LIII

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Bueno, ahí estaba Kendrew, sentado junto al profesor Slughorn en su Club de las Eminencias, que asco.

Algunos de los presentes eran Blaise Zabini, Hermione Granger, Potter, Longbottom, Cormac McLaggen y Ginny Weasley, que aún no había llegado.

El profesor mantenía conversaciones de los más triviales con sus alumnos mientras Kendrew se sentaba en comer poco a poco el magnífico helado que había ante él, sumido en sus pensamientos e ignorando en gran medida a las estupideces y comentarios sin futuro que mantenía el profesor.

Le preguntó algo a McLaggen y luego habló a Kendrew.

-¿Cómo le va a su familia, señor McAlvey? Recuerdo enseñar a sus padres y tíos, todos hábiles en las asignaturas.

La mención de María McAlvey hizo que Harry apretara su cuchara con fuerza y mirase a Kendrew, con gran rencor. La familia McAlvey había sido desacreditada últimamente, la acusaban de conspirar con Voldemort pero seguía siendo tan poderosa como antes, nada pasaba sin que ellos lo aprobasen o enterasen.

-Bueno, nos va como siempre, profesor.

-¿Apoyáis a quién-tú-sabes?- Preguntó Zabini, con una sonrisa.

-Claro- Dijo Kendrew y todos quedaron sumidos en un silencio- Somos la familia más poderosa de Gran Bretaña- Kendrew cogió su cuchara y se llevó un trozo de helado mientras miraba fijamente a Harry- Apostamos por el bando ganador.

Tras un incómodo silencio entró Ginny. Estaba muy guapa pero estaba claro que había llorado. Tenía las majillas húmedas y estaba mal maquillada

-Disculpas, no suelo llegar tarde- Se excusó la pelirroja.

Harry se levantó y la miró pero no dijo nada y Kendrew no pudo evitar reírse por lo bajo. Al parecer Potter estaba enamorado de Weasley, que divertido.

Al final de la fiesta Kendrew salió y cruzó unas palabras con la chica pelirroja.

-Si alguien te hace daño, no deberías estar con él- Dijo Kendrew.

-Bueno, a ti te va bien con mi hermano, no sabes lo que es esto.

El escocés rió con amargura. Acarició con frialdad la mejilla de Ginny y le colocó un mechón de pelo.

-¡Oh! Lo nuestro no fue de color de rosas. El muy idiota y yo peleamos durante tres años antes de empezar a salir.

-Pues parece que vais bien.

Esa conversación no llegaba a ninguna parte. Kendrew se preguntaba por qué se había parado a hablar con la tonta niña Weasley, pero algo en su interior le decía que ella no una pérdida de tiempo. Aprobaba la relación que tenía con Fred, por mucho que al escocés le turbara aquello. Decidió preguntarle.

-Ah...bueno. Sé que le gustas a Fred. Durante los veranos no paraba de leer revistas en busca de información sobre ti y también, después del Torneo de los Tres magos llegó a casa más contento que nunca. Mira, me da igual lo que digan mis padres, si tú le gustas a mi hermano y él te gusta a ti ¡Perfecto! Ya me avisareis de la boda.

Kendrew rió con sorna.

-Claro que sí. Serás la primera en recibir la invitación.

-...¿Enserio?

Kendrew rodó los ojos.

-Claro que no.

El escocés dio media vuelta y se marchó.

Al día siguiente tuvo lugar el partido de Gryffindor contra Slytherin y Kendrew aprovechó que no había nadie en el castillo para entrar en los laboratorios de pociones y tomar un poco de Amortentia. Fue muy fácil.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora