LXI

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Muchos de los miembros de la rebelión de alumnos fueron a casa por Navidad y cuando el tren volvió muchos no lo hicieron, entre ellos Luna. Kendrew se preguntó por qué, con Luna fuera uno de los pilares de la rebelión se había esfumado y eso demostró su debilidad.

Las semanas pasaron y poco a poco los actos de Kendrew y su pandilla para importunar las acciones de los Carrow fueron cada vez menos y menos efectivos. Los directores adjuntos les pillaban siempre y con el tiempo el número de alumnos refugiados en la sala de los menesteres aumentó. La última semana pillaron a Michael tratando de liberar a un chico de primero y la anterior Edvard recibió una paliza por dibujar...cosas indecentes sobre Alecto Carrow.

¿Qué cómo estaba Kendrew? Pues había estado mejor, la verdad. Tenía el rostro bañado por media docena de heridas, quemaduras y raspones a medio cicatrizar. La mayor parte del día se lo pasaba en la Sala de los Menesteres, tratando de no vomitar la comida que Aberforth les daba. Enserio, vale que Kendrew estaba acostumbrado al lujo pero la comida de ese hombre era más fuerte que la maldición letal.

-¡Eh, chicos!- Dijo Neville, saliendo del pasadizo- ¡Que venga aquí todo el mundo, traigo una sorpresa!

Kendrew se puso en pie. Los demás estaban medio ciegos pero el escocés vio algo tras Neville.

-¡¿No serán más potajes de Aberforth verdad?! La sorpresa sería poder digerirlos.

Neville sonrió y se echó a un lado dejando ver a Harry Potter.

-¡Caray!

Todos se pusieron en pie y comenzaron a gritar de alegría a la par que se acercaban a Harry, Ron y Hermione. Kendrew se mantuvo un poco al margen. La última vez que había visto a Harry él quería matarlo, y el McAlvey no pensaba que ese sentimiento hubiese cambiado en un año.

-Dile a Remus y a los demás que Harry ha vuelto- Dijo Neville a un chico- ¡¡Vale, vale a ver si lo vamos a matar antes de tiempo!!

-¡Chicos...me alegro que estéis todos bien!- Dijo Hermione.

-Estaríamos peor, eso te lo aseguro- Dijo Neville.

-¡Sí!- Corroboró Seamus- De no ser por Kendrew.

Los tres recién llegados miraron a Seamus con confusión.

-¿Kendrew McAlvey?

-Claro ¿Quién sino Harry? Kendrew nos ha liderado contra los Carrow, los directores adjuntos, incluso se ofreció a sufrir la mitad de los castigos por nosotros ¡De no ser por él estaríamos para el arrastre!

Harry negó con la cabeza.

-Pues hablamos de un Kendrew McAlvey muy diferente. El que yo conozco es un Mortífago.

Mireya avanzó hacia Harry y le propinó tal cachetada que todos quedaron en silencio.

-¡Puede que su familia sea mala pero Kendrew no!- Dijo la Hufflepuff- ¡Él es lo mejor que nos ha pasado desde que entramos a esta escuela!

-Eso crees tú- Dijo Harry.

Mireya soltó una risita.

-¡No lo creo, lo sé! ¡Él fue el líder que necesitábamos mientras tú estabas fuera, Potter!

Todos los presentes quedaron absortos por la repentina intervención de Mireya, tan fuerte y firme. Pareciese que la chica tímida que años atrás bailaba con Kendrew había muerto para dar a luz a una chica fuerte y decidida. Todos estaban impresionados pero más que ninguno era Edvard, que casi babeaba.

-¡Kendrew es malo!- Dijo Harry- ¡Él estuvo en la torre de Astronomía cuando mataron a Dumbledore y...!

Harry calló al instante cuando Kendrew decidió salir de entre la masa de alumnos y presentarse a Harry.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora