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El ansiado día había llegado, esa mañana se celebraría el partido de Quidditch entre los leones de Gryffindor y los Slytherin. A buen seguro Isaac y Michael ya estarían en el campo pero Kendrew se retrasó pues esa noche un millar de pesadillas había inundado su mente, todas en relación con la indirecta amenaza del profesor Snape y su temor a la ira de María de McAlvey.

El chico andaba distraido por los pasillos y entonces vio como alguien caminaba en su misma dirección. Era Fred Weasley que vestía una túnica escarlata y dorada que hacían resaltar su cabello rojo.

-Hola- Dijo con sequedad.

-¿Vas al campo de Quidditch.

El Ravenclaw asintió.

-Pues vamos juntos, el bobo de mi hermano no me despertó y llego un pelín tarde.

Kendrew asintió y tras ponerse su túnica y una bufanda salió del castillo en compañía de Fred. Ambos hablaban animadamente, o mejor dicho, Fred hablaba y Kendrew escuchaba con suma atención. Por el camino Malfoy le vio mientras iban al campo y le dirigió una mirada de soslayo, cargada de rencor. Kendrew sabía que había hecho un enemigo en ese colegio.

-Deberías alejarte de ese estúpido- Sugirió Fred- Es un Malfoy.

Kendrew se encogió de hombros.

-Y yo un McAlvey.

El pelirrojo se paró.

-Tu madre...ya decía yo que me sonabas de algo. Tu madre era la mujer de la estación.

Kendrew asintió, sonrojado.

-Perdón por su rudeza, ella es así con todo el mundo.

Fred hizo una mueca, señal de que sin intercambiar palabras con su madre ya empezaba a odiarla.

-Será un infierno vivir con ella- Comentó cuando ya estaban cerca del campo.

-Oh...sí que lo es.

Fred le miró y en sus ojos, Kendrew pudo percibir una incomprensión por las palabras del escocés, algo melancólico pero que de alguna manera hacia sospechar a Fred de la transcendencia de las palabras de Kendrew, de aquellas palabras que azotaban su espalda y torturaban su mente como con un látigo.

-Bueno...debo ir a jugar. Anímame ¡eh!

Kendrew sonrió y asintió. 

Tras despedirse se dirigió a paso rápido a las gradas de Ravenclaw y tras buscar un buen rato a sus amigos se sentó en su compañía. Isaac había hecho un banderín rojo y amarillo para animar a los Gryffindor.

-Traidor- Masculló Michael con una sonrisa.

El partido fue interesante puesto que Potter casi se cae de su escoba gafada, seguramente, por algún hechizo tonto y sí, consiguió coger la Snitch...aunque casi se la traga. En cuanto al Weasley, bueno...era bastante diestro como golpeador, a Kendrew le parecía que el chico debía ser muy fuerte para poder mandar las bludger tan lejos sin romperse el brazo. Sorprendente.

Kendrew se dispuso a salir del campo pero mientras bajaba por los escalones de madera vio como el profesor Snape acorralaba al profesor Quirrell contra un poste de madera. El profesor de pociones miraba con odio al otro docente.

-Creo que esta vez te has pasado...- Logró escuchar Kendrew de los labios de Snape.

El Ravenclaw vio que nadie estaba tras él y se escondió tras unas anchas vigas de madera, desde las cuales podía escuchar todo.

-No...sé...de...de que hablas, Se...verus.

El profesor Snape intensificó la fuerza con la que sostenía a Quirrell.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora