Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]

XVIII

Fred no paraba de dar vueltas en la cama, rompiéndose la cabeza tratando de pensar, cosa que viniendo de él ya era todo un milagro y no estaba pensando en los exámenes del día pasado, para los cuales había estudiado...NADA. No, pensaba más bien en otra prueba aún más difícil, una con pelo castaño, ojos verdes, cuerpo perfecto, labios gruesos y más orgulloso que un Slytherin, sí, pensaba en Kendrew McAlvey ¡Merlín! Desde el beso de antes de antes de ayer no dejaba de divagar sobre el escocés ¡A la porra el escape de Black, la saeta de fuego de Harry y los exámenes!

Pero al mismo tiempo que Fred pensaba en Kendrew pensaba en Angelina...de cierta forma la había traicionado ¡Vamos a Fred le gustaban las chicas! Lo de Kendrew fue...un caso puntual, un acto llevado por la tensión del momento, o eso creía Fred...eso deseaba creer.

Kendrew era tan...no sabía que decir, no sabía que pensar. Cuando estaba cerca del chico, los sentidos de Fred le abandonaban de la forma más bárbara que podía imaginar ¿Qué debía hacer? Quería a Angelina, la conocía desde hace años. Entraron a la vez en Hogwarts, entraron a la misma casa y fueron admitidos en el equipo de Quidditch al mismo tiempo, con ella había vivido un sinfín de experiencias y lo sabía todo de ella pero...¿Qué sabía de Kendrew? Lo poco y turbulento que él le contó y lo superficial de la prensa rosa que Fred robaba a Ginny.

-Estás fatal.

-¿En serio, Georgie? Solo hace falta verme.

-¡Tío, no te veo así desde que le metimos pastillas vomitivas en el té a Filch!

Fred sonrió.

-Como me reí.

-Venga...¿Qué te pasa?

Kendrew McAlvey...eso le pasaba. Fred le contó absolutamente todo a su hermano, era su gemelo, su otra mitad la cual le complementaba, no debía ni quería que hubiese secretos entre ellos. Al principio George se mostró receloso y sorprendido cuando llegaron a la parte del brutal y salvaje morreo tras la estantería...¡Dios!

-Bueno...ya sabes que no deberías hacer eso ¡No porque sea chico, quita esa cara! Sino porque es un McAlvey. Su familia es mala.

Fred se levantó airado.

-¡Su familia! Pero...pero yo he visto como él es en verdad. He visto su dulzura, su amabilidad, su cariño y sí ¡Tiene un temperamento más fuerte que un gigante! ¿Pero sabes qué? Eso es parte de lo que más me atrae de él.

-¿Y Angelina?

-No lo sé...

-Él es malo para ti- Le dijo George- Vamos a su cuarto, descubramos quién es tu chico escocés y así verás la verdad.

-¿Colarnos en la torre de Ravenclaw?

-Casi todos están en el comedor, será fácil.

Y fue fácil. No había ningún águila en la torre y fue sencillo responder el acertijo de la aljaba y acceder a la sala común. Fueron al tablón al lado de la puerta y vieron cuál erala habitación del escocés ¡Dormía con Goldstein! Fred se sintió...celoso.

La habitación tenía tres camas, una estufa, tres tocadores y varias estanterías. Fred sintió repelús...todo estaba minuciosamente colocado ¡Estaba ordenado!

-Bueno- Dijo George, sorprendido- ¿Cuál será la cama de Kendrew?

Fred echó un rápido mirada a la habitación y señaló la cama a su derecha, la que estaba frente a la ventana.

-¿Por qué es esa?

Fred rodó los ojos.

-Tiene sábanas de seda.