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-¿Alguien sabe qué es esto?- Preguntó el profesor Slughorn mientras Potter y Weasley entraban a clase y literalmente, luchaban, para conseguir un libro.

Granger se adelantó.

-Eso es Veritaserum, un suero de la verdad y esto es Amortentia, el filtro de amor más fuerte del mundo. Tiene un olor diferente para cada persona, según lo que nos atraiga. Por ejemplo yo huelo a césped recién cortado, a pergamino nuevo, a pasta...de dientes.

Slughorn asintió.

Kendrew no prestaba mucha atención a la clase. Tenía una misión ¡Sí, esa misión! Y no se le había ocurrido nada hasta el momento. Seducir a Potter, en años anteriores habría sido fácil pero desde que su madre se cargó a Sirius Black Harry le tenía un poco de odio, es decir ¡Mucho!

-Señor McAlvey- Llamó el profesor- ¿Nos ilumina sobre lo que huele usted en esta poción?

Kendrew se acercó al caldero de la poción de amor y abrió sus fosas nasales, dejando que es olor lo inundase y poco y nada le faltó para ponerse colorado ¿Qué olía? Olía algo a naranjo, el maldito olor de Fred y también otras cosas en relación con el pelirrojo.

-¿Qué huele?- Insistió Slughorn.

-A...naranjo.

-Buen gusto- Dijo el profesor mientras le asentía con la cabeza- Por supuesto la Amortentia no crea amor real, eso sería imposible, pero sí un fuerte encaprichamiento u obsesión y es por eso que es la pócima más peligrosa en esta sala- Dijo cerrando el caldero.

Amortentia...encaprichamiento ¡Claro! ¡¿Cómo no se le pudo ocurrir antes?! No hacía falta encandilar a Potter, con poner un poco de Amortentia en su zumo de manzana bastaba de sobra, cientos de chicas y chicos lo haría únicamente para tener la aprobación de Kendrew ¡¿Qué había hecho él para ser tan brillante?!

Una alumna preguntó por una poción: Félix Felicis, suerte líquida.

Slughorn sonrió con aparente diversión, el primero en conseguir el elaborar el Filtro de Muertos en Vida se llevaría la poción y la posibilidad de cumplir todos sus anhelos...Kendrew sonrió, en ese momento le vendría bien la poción por si el otro plan fracasaba.

El Ravenclaw se dirigió a su caldero y empezó.

El libro decía expresamente lo que había que hacer pero Kendrew pasó por alto algunas, muchas, de las instrucciones pues había tenido como mentor al profesor Snape que le había hablado de muchas otras formas de mejorar la calidad de una poción. Fue coser y cantar, apenas se despeinó.

Al final de la clase él quedó en segundo lugar pero lo sorprendente fue quién le ganó: Potter ¡Él era la peste en pociones! ¿Cómo pudo conseguirlo?

Al final de la clase todos se fueron a paso rápido y Kendrew aprovechó para preguntarle una cosa a Slughorn, el cual estaba revisando unos estantes, al final de la sala.

-¡Oh, señor McAlvey! ¡Qué placer! ¿Puedo ayudarle en algo?

-Tengo unas dudas sobre la Amortentia.

-¿Usted? Si es brillante en pociones.

Kendrew sacó su mejor sonrisa falsa.

-Preguntando uno se hace sabio.

-Cierto, muy cierto. Pregunta entonces, joven.

-Señor si alguien quisiese hacer uso de la Amortentia para casos prácticos ¿Cuánto durarían los efectos?

-Bueno eso variaría según cada cual.

-¿Puede ser más concreto, señor?

-Pues...dependería del interés que esa persona le tuviese a quién le dio la poción.

-Es decir que si por ejemplo yo le doy la poción a alguien a quién yo le guste...

-Durará más- Concordó Slughorn- Pero a ti no te hacen falta estas cosas, joven, ya la mitad de la escuela va a por ti.

Ambos rieron.

-Gracias, profesor.

Después tuvieron Defensa Contra las Artes Oscuras. Snape seguía siendo tan agradablemente tiránico como siempre y luego, en transformaciones, Kendrew logró metamorfosear un armario en un halcón gigante, ojalá Horus pudiese haberlo visto.

Cuando salió de clase ya era tarde, Kendrew había seleccionado muchas clases y eso le ocupaba hasta bien entrada la noche. Cuando se dirigió a cenar al comedor se paró ante una ventana, lejos, en la noche, unas sombras oscuras se acercaban volando al casillo pero de repente retrocedieron, como si una muralla les impidiese el paso. Sí, el señor tenebroso no se andaba con chiquitas con lo de entrar a Hogwarts.

Varios días después tuvieron lugar las pruebas de acceso al equipo de Quidditch de Ravenclaw que fue poco antes que la de Gryffindor. Cho hizo una magnífica selección de miembros y uno de ellos fue Kendrew a quién designó como su mano derecha. Quién sabe, tal vez lo hizo por remordimiento. El año pasado ella les había delatado ante Umbridge y Kendrew fue quién más sufrió. Isaac también entró en el equipo como golpeador.

Tras el entrenamiento los chicos bajaron a las duchas. Comenzaron a desnudarse y meterse bajo el agua pero tocaron la puerta.

-Esto...- Harry Potter entró dentro, un poco cortado- Nuestras duchas están rotas, os importaría sí...

Todos miraron a Kendrew que era el único que había estado en el equipo antes y por tanto, el más veterano.

-Como queráis.

Eran pocos chicos. Weasley, Harry, un puñado de jóvenes y Cormac McLaggen, un chico que si Kendrew no estuviese con Fred no saldría ni un segundo de la cama del escocés.

Como siempre Kendrew esperó a que todos se duchasen y se vistiesen pero Weasley le miró, con una sonrisilla.

-¿Por qué no te duchas?

Kendrew estuvo a punto de increparle pero se controló. Era el hermano de Fred, no podía mandarle a la mierda...a menudo.

-No es asunto tuyo, Ronald.

Al instante todos los chicos pidieron ver a Kendrew desnudo pero Isaac les mandó a callar.

-¡El hace lo que la de la gana! ¡Duchaos y marchaos!

Kendrew le sonrió agradecido y el judío le guiñó un ojo.

Cuando ya la mayoría se fue, Kendrew se desnudó y entró en la ducha pero no estaba totalmente solo.

-¿Esperando para matarme, Potter?

Harry le miró con asco y se centró en lavarse con el jabón.

Kendrew entró sin pudor en la ducha y se bañó mientras Harry le miraba disimuladamente. La piel del escocés relucía como un diamante pero...el Potter abrió los ojos cuando vio las grandes lesiones en la espalda del chico.

-Me miras mucho, Potter.

Harry se puso colorado ¡Odiaba a Kendrew! ¡Su madre mató a su padrino! Pero...¡Merlín! No podía negar que le chico era atractivo hasta la saciedad. Esos músculos delgados y perfectos, su cuerpo blanco y lampiño...mierda. Harry notó como se..."animaba"

El Gryffindor se dio la vuelta para que el otro adolescente no se diese cuenta de su problema pero Kendrew lo notó y eso fue la perdición de Harry pues el chico lo miró de frente y verlo desnudo, de frente no era para tomárselo a broma. Kendrew era tan impresionante por delante como por detrás.

-Yo me voy ya...tienes un "gran" problema. Mejor que lo soluciones.

Kendrew salió de la ducha he hizo todo lo posible para que Harry no separase su vista de sus cuartos traseros. El Ravenclaw sonrió, tal vez su misión fuese más fácil de lo que creía.

Kendrew volvió a la torre de Ravenclaw y se fue adormir mientras un millar de pensamientos surcaban su cabeza. El escocés viocomo en la ventana estaba posada una lechuza que llevaba una carta en el pico.Kendrew sonrió, era la lechuza de Fred.    

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora