Esa noche, Kendrew soñó con el muro pintado con sangre. El líquido rojo iba cayendo poco a poco por el muro de piedras mientras en la cabeza del escocés comenzaba a retumbar la misma voz que la noche anterior, aquella extraña voz que hablaba siseando y era fría como el hielo. Él pensaba que no había nada peor que la primera clase que tuvieron con el odioso Gilderoy Lockhart, se equivocaba.
Se acercaba cada vez más a él y Kendrew corrió. Los pasillos de Hogwarts comenzaron a desaparecer de su camino como un espejismo en el desierto y lo último que vio antes de despertarse fue una puerta vieja y desgastada, flotando en medio de la nada.
Despertó sobresaltado.
Isaac y Michael ya estaban terminando de vestirse mientras charlaban.
-Pensaba que habías muerto- Se burló Isaac.
-Calla, Anthony,
El chico se puso rojo.
-¡No me llames por mi primer nombre!- Gritó.
-No haberlo puesto como remitente de tus cartas- Reprochó el McAlvey.
Kendrew cogió su ropa y se metió en el cuarto de baño. Se duchó, se lavó los dientes y bajó al comedor con sus amigos.
Las clases comenzaron. La primera asignatura de la mañana era transformaciones y la profesora McGonagall había pedido que llevasen sus mascotas, para un experimento. Al llegar al aula, el fiel halcón de Kendrew se posó sobre su libro de aritmancia mientras gañía a todo el que se le acercara.
Kendrew se sentó junto a Michael, mientras que Isaac ocupó el asiento contiguo a un miembro de Gryffindor.
-Hoy aprenderemos a convertir animales en cálices de agua- Comentó McGonagall.
Kendrew no prestó demasiada atención a la clase, ese hechizo ya se lo sabía, lo ponía en las primeras páginas del libro de hechizos...el libro, que ganas de leerlo otra vez.
La clase le pasó lenta hasta que Hermione levantó la mano.
-Profesora ¿Podría decirnos algo de...la Cámara de los Secretos?
Kendrew alzó la vista y se sintió intrigado por lo que la profesora respondería ¿Sacaría respuestas? De eso no estaba seguro pero él no se podía quitar de la cabeza aquella voz que gemía por su cabeza, buscando muerte.
La profesora se quitó las gafas y suspiró con aparente pesar.
-A ver...como de todos he sabido Hogwarts fue fundado hace mil años por los grandes cuatro magos del momento. A saber: Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y...Salazar Slytherin. Y tres de los fundadores convivieron en perfecta armonía...uno de ellos no.
Michael se lanzó un trozo de papel a Kendrew. El escocés lo miró de reojo y en él había dibujado una serpiente algo fea y destartalada. Michael no sabía pintar.
-Salazar Slytherin deseaba ser más selectivo con los estudiantes que se admitían en Hogwarts- Prosiguió la profesora- Que la enseñanza de magia debía reservarse para las familias de mago, en otras palabras: Los sangre limpia.
>>Incapaz de persuadir a los otros fundadores, decidió abandonar el colegio y acuerdo con la leyenda, Slytherin habría construido dentro del castillo una cámara, conocida como Cámara de los Secretos y dicen que antes de su marcha la selló, a la espera de que su heredero ingresase al colegio. Tan solo el heredero tiene poder para abrir dicha cámara y desencadenar el horror que guarda. Y de esa manera purgará el colegio de todos aquellos que, en opinión de Slytherin, no sean dignos de aprender magia.
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Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]
Fiksi PenggemarLa vida de Kendrew McAlvey siempre fue de todo menos normal. Era un niño especial, un mago en la familia más odiada de toda Gran Bretaña, una familia cuya larga historia siempre estuvo salpicada de criminales, asesinos, nigromantes y...magos oscuros...