XXV

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Las semanas se sucedieron tan rápido que a Fred le pareció imposible. El y George habían pillado a Harry tratando de ir a Hogsmade y le cedieron, muy amablemente, el Mapa del Merodeador, aquél trapo que le había robado a Filch en primer curso. Fred y George ya no lo necesitaban.

Días después...bueno, Hogwarts estaba más callada que nunca y no era exactamente por Sirius Black sino por Kendrew. El escocés había cambiado, Fred ya no reconocía en él ni una pizca de bondad o de la dulzura que desprendía el chico anteriormente. Era serio, nadie se le cruzaba en su camino y menos alguien hacía algo que le desagradase. Defendía a los pequeños y pateaba el culo de los abusones. Antes muchos le adoraban, ahora le temían.

Fred se sentía mal, claro que se sentía mal. Había mandado al escocés directamente a paseo y él ya debería saber que cuando Kendrew se sentía amenazando sacaba su maldito orgullo escocés y en vez de oprimirse sacaba más y más veneno hacia el exterior. Y Fred sabía que era su culpa, su maldita culpa.

Quería arreglar un poco las cosas de ser posible así que decidió hablar con las únicas personas con las que Kendrew hablaba: Goldstein y Corner. Que Merlín le amparase.

Después de librarse-con muchos esfuerzos-de Edvard, George y Angelina; Fred se dirigió al lugar donde más probablemente encontraría a los dos Ravenclaw ¡Era muy fácil! Ravenclaw era lo mismo que empollón y que hacían los empollones antes de los exámenes finales, pues empollaban y ¿Dónde empollaban? En la biblioteca

Fred se besaría así mismo si pudiese, había acertado de lleno.

En una de las mesas traseras los dos amigos de Kendrew estaban leyendo y repasando, por suerte, el escocés no estaba con ellos.

Fred se acercó.

-A ver...Le pongo dos gotas de mandrágora a la poción- Probó Goldstein.

Michael Corner negó.

-Entonces el cardero explotaría y se vería reducido a...¡No voy a decir eso! Basta con que sepas que así no es

-Esto...quiero hablar con vosotros- Dijo Fred, tartamudeando.

Los dos chicos le miraron. Goldstein con odio y Corner con severidad.

-Estamos estudiando para los exámenes finales, Weasley, deberías hacer lo mismo- Dijo el rubio.

Fred negó.

-¿Sabéis que le pasa a Kendrew?- Inquirió Fred...muy estúpidamente.

-Nosotros no tratamos de contralar a Kendrew, no como otros...- Reprochó Corner, despectivamente.

-Venga, chicos. Quiero disculparme con Kendrew por todo por...por decirle que era un fácil y por creer todo lo que su primo me contó sin antes preguntarle a él.

-Primero celas a Ken y luego tratas de recuperar su afecto ¿Vas de coña?

-¿Cómo que lo he celado? No seas estúpido, Anthony.

-¡NO ME LLAMES ANTHONY!

Corner le dio con un libro.

-Mira, Weasley, no se recupera a un amigo celándole con otra persona.

-¿Qué? Mira no sé de quién habláis ¡No he coqueteado con nadie!

-¿Y Angelina Johnson?

-Es mi novia.

Los dos Ravenclaw se miraron.

-Isaac, por favor, dime que no soy tan sumamente memo como este espécimen Gryffindor que tenemos aquí.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora