Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]

LXIV

Cuando Kendrew se presentó en el Gran Comedor con tres Mortífagos la mayoría de los presentes se dispusieron a matarlo pero cuando ellos les enseñaron sus muñecas izquierdas, con un torrente de sangre y sin la marca tenebrosa, al parecer les dejaron un poco en paz.

Se pusieron en una esquina alejada.

-Nos vamos- Dijo el padre del Ravenclaw.

-¿Cómo?

-Hemos traicionado al señor tenebroso pero no he dicho que vayamos a enfrentarlo.

-¡Pero debemos!- Dictaminó Kendrew- ¡Mató a Snape, por su culpa murió el tío Robert! Nos necesitan. Si nosotros no lo detenemos ¿quién lo hará?

Los tres McAlvey se miraron y María suspiró.

-Esperemos salir con vida.

Kendrew sonrió. El escocés se dio la vuelta, dispuesto a dar un paseo cuando vio a Fred caminando hacia él con total alegría. Tenía un brazo herido y apoyado sobre unas vendas, el rostro sucio y lleno de cicatrices.

Edvard se acercó corriendo.

-¡Dime que ese no es Fred!- Dijo el danés.

-Ese es Fred.

-...¡Eh tío Fergus, que alegría verte!

-¿Por qué se nos está acercando ese traidor a la sangre?

Edvard se quedó en blanco.

-¡¡Culpa de Kendrew!!- Dijo el adolescente mientras se echaba a correr.

Los tres adultos se miraron entre si y luego al más pequeño de la familia. Si era posible, Kendrew estaba más blanco que nunca, sus pies temblaban y sus ojos eran saltones y por el perfil de su rostro se iba adivinando una gota de sudor.

-Hola- Saludó Fred.

Kendrick habló lentamente, como si el comunicarse con el pelirrojo fuese un tabú.

-Ho...la.

-¿Kendrew les ha hablado de mí?- Preguntó el pelirrojo.

-Tú eres uno de los cachorros de Molly- Dijo María- Te recuerdo. Tú fuiste el que salías con esa aberración a la sangre que insultó a mi hijo.

-¡Sip! Ese soy yo.

La mujer asintió.

-¿Por qué no debería matarte al instante?

-Pues, no debería señora, porque soy el novio de su hijo.

Todo quedó en silencio y Fergus dio un paso adelante. María quedó estupefacta y Kendrick pareció de pronto muy interesado en dar leves y pero constantes pasos hacia la derecha, alejándose de su hermano y cuñada.

-¡¡Eres idiota!!- Maldijo Kendrew.

-Hombre...tú conoces a mis padres ¡¿Por qué yo no a los tuyos?!

Porque te podrían matar...pensó Kendrew.

El jefe de la familia se acercó al pelirrojo.

-¡No lo acepto!- Gritó él.

Kendrew y Fred quedaron estáticos hasta que una potente risa inundó el comedor.

-¡Perdón, pero tenía que decir eso al menos una vez en mi vida!

-Fergus...nos deshonras.

-¡¡Venga, amor mío!! Ahora nosotros también somos "traidores a la sangre" ¿Qué más da que nuestro hijo salga con otro?