LIX

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Todo era diferente. Al llegar al castillo nada era como Kendrew lo recordaba. Hogwarts estaba sumido en una oscuridad y en un silencio sin precedentes.

En el comedor ya no imperaban los manjares, las risas o la luz de las velas. El fuego iluminaba, sí, pero era extraño, no daba calor o algún tipo de sensación acogedora. El número de alumnos se había reducido pues no se permitió ir a clase a los nacidos de muggles.

Snape subió al atrio de director desde donde Dumbledore tantas veces les había dedicado un aburrido discurso.

-Bienvenidos a Hogwarts- Su voz era fría y monótona- Este curso habrá unos cuantos...cambios en nuestra escuela. Tenemos dos profesores nuevos, que serás a la vez directores adjuntos: Alecto y Amycus Carrow quienes enseñarán...estudios muggles y Artes Oscuras, respectivamente.

Artes Oscuras, claro. Alecto y Amycus tenían de profesor lo que Kendrew de princesita de cuento. Eran dos Mortífagos y por si fuera poco dos de los más abominables, despiadados y sádicos de entre las filas del señor tenebroso.

-Espero de todos ustedes completa obediencia al nuevo orden imperante...pueden empezar a comer.

La comida apreció en las bandejas, platos y fuentes pero los alumnos son sonrieron ni hablaron con alegría como años pasados. Todos se limitaron a coger comida y ponerla en su plato de forma silenciosa.

Kendrew miró a Michael a su lado.

Estaba más alto, fuerte y guapo. Tenía el pelo tan largo como años pasados pero su sonrisa habitual ya no estaba presente en su rostro. No tenía vida y Kendrew sabía el por qué, junto a él no estaban ni su novia, Cho, ni Isaac que era el alma del trío.

-Tranquilo- Le dijo Kendrew, en un susurro.

-¿Eh?

-Yo os protegeré, a todos.

-Ken...¿Tu familia no apoya a quién-tú-sabes?

El escocés hizo una mueca.

-Mi familia. Pero tú eres mi amigo y si te tocan un pelo haré de esos dos hermanos comida para halcón.

Tras la comida se retiraron a la sala común. Allí el ambiente se suavizó un poco, algunos hablaban y se preguntaban por sus actividades durante el verano, sus vidas y muchas otras cosas.

Kendrew y Michael subieron a su cuarto y no pudieron evitar dirigir una mirada hacia la cama de Isaac, que estaba vacía y con las mantas estiradas, sin ninguna arruga. Lo primero que el rubio hacía al llegar a la habitación era acostarse en su cama mientras besaba las mantas...él era así.

-¿Qué pasará este año?- Inquirió Michael.

Kendrew bajó la mirada.

-No lo sé. Solo te pido que no hagas enfadar a los Carrow.

-¿Les concocen? ¿Son...ya sabes, Mortífagos?

Kendrew asintió.

-Lo son.

Michael dejó de guardar su ropa en el baúl y se sentó en su cama.

-Tengo un muy mal presentimiento ¡Viste a los profesores! McGonagall, Flitwick, Slughorn...todos estaban cayados ¡Cómo muertos en un cementerio!

-Ya lo sé, Michael.

El inglés se levantó y quedó frente a su amigo.

-Kendrew, si algo llega a salir mal sabes que todos te buscarán a ti para que les ayudes. Tú debes ayudarnos.

El escocés bajó la mirada ¿Ayudarles? Él no era un general y lo poco que podía hacer era intimidar a los Carrow o recibir los castigos de los demás pero ¿Qué esperaba Michael? Que Kendrew, solo, dirigiese una rebelión contra los Mortífagos...no iba muy desencaminado el inglés.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora