Todo era diferente. Al llegar al castillo nada era como Kendrew lo recordaba. Hogwarts estaba sumido en una oscuridad y en un silencio sin precedentes.
En el comedor ya no imperaban los manjares, las risas o la luz de las velas. El fuego iluminaba, sí, pero era extraño, no daba calor o algún tipo de sensación acogedora. El número de alumnos se había reducido pues no se permitió ir a clase a los nacidos de muggles.
Snape subió al atrio de director desde donde Dumbledore tantas veces les había dedicado un aburrido discurso.
-Bienvenidos a Hogwarts- Su voz era fría y monótona- Este curso habrá unos cuantos...cambios en nuestra escuela. Tenemos dos profesores nuevos, que serás a la vez directores adjuntos: Alecto y Amycus Carrow quienes enseñarán...estudios muggles y Artes Oscuras, respectivamente.
Artes Oscuras, claro. Alecto y Amycus tenían de profesor lo que Kendrew de princesita de cuento. Eran dos Mortífagos y por si fuera poco dos de los más abominables, despiadados y sádicos de entre las filas del señor tenebroso.
-Espero de todos ustedes completa obediencia al nuevo orden imperante...pueden empezar a comer.
La comida apreció en las bandejas, platos y fuentes pero los alumnos son sonrieron ni hablaron con alegría como años pasados. Todos se limitaron a coger comida y ponerla en su plato de forma silenciosa.
Kendrew miró a Michael a su lado.
Estaba más alto, fuerte y guapo. Tenía el pelo tan largo como años pasados pero su sonrisa habitual ya no estaba presente en su rostro. No tenía vida y Kendrew sabía el por qué, junto a él no estaban ni su novia, Cho, ni Isaac que era el alma del trío.
-Tranquilo- Le dijo Kendrew, en un susurro.
-¿Eh?
-Yo os protegeré, a todos.
-Ken...¿Tu familia no apoya a quién-tú-sabes?
El escocés hizo una mueca.
-Mi familia. Pero tú eres mi amigo y si te tocan un pelo haré de esos dos hermanos comida para halcón.
Tras la comida se retiraron a la sala común. Allí el ambiente se suavizó un poco, algunos hablaban y se preguntaban por sus actividades durante el verano, sus vidas y muchas otras cosas.
Kendrew y Michael subieron a su cuarto y no pudieron evitar dirigir una mirada hacia la cama de Isaac, que estaba vacía y con las mantas estiradas, sin ninguna arruga. Lo primero que el rubio hacía al llegar a la habitación era acostarse en su cama mientras besaba las mantas...él era así.
-¿Qué pasará este año?- Inquirió Michael.
Kendrew bajó la mirada.
-No lo sé. Solo te pido que no hagas enfadar a los Carrow.
-¿Les concocen? ¿Son...ya sabes, Mortífagos?
Kendrew asintió.
-Lo son.
Michael dejó de guardar su ropa en el baúl y se sentó en su cama.
-Tengo un muy mal presentimiento ¡Viste a los profesores! McGonagall, Flitwick, Slughorn...todos estaban cayados ¡Cómo muertos en un cementerio!
-Ya lo sé, Michael.
El inglés se levantó y quedó frente a su amigo.
-Kendrew, si algo llega a salir mal sabes que todos te buscarán a ti para que les ayudes. Tú debes ayudarnos.
El escocés bajó la mirada ¿Ayudarles? Él no era un general y lo poco que podía hacer era intimidar a los Carrow o recibir los castigos de los demás pero ¿Qué esperaba Michael? Que Kendrew, solo, dirigiese una rebelión contra los Mortífagos...no iba muy desencaminado el inglés.
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Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]
Fiksi PenggemarLa vida de Kendrew McAlvey siempre fue de todo menos normal. Era un niño especial, un mago en la familia más odiada de toda Gran Bretaña, una familia cuya larga historia siempre estuvo salpicada de criminales, asesinos, nigromantes y...magos oscuros...