Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]

XXVI

Kendrew quedó estático. El ministro...el ministro de magia le estaba proponiendo que viese a su padre, se lo estaba preguntando ¿Se lo estaba preguntando? No, claro que no. Aunque formulase la solicitud como una pregunta le estaba obligando a aceptar, sabía que Kendrew no iba a poder negarse y claro estaba, esperaba algo a cambio de tan noble favor.

El anciano sonrió.

-¿Queréis ver a vuestro padre?- Repitió.

Kendrew miró a su alrededor.

-¿Profesor Dumbledore, profesora McGonagall pueden dejarnos?

-Claro, señor McAlvey- Respondió el director-Pero el ministro tiene mucho que hacer.

Los dos docentes salieron.

-Bien, ministro. Dime que quieres.

-¿Querer? Nada querido niño solo te doy la opción de ver a tu padre.

-No soy un niño y no nací ayer ¿Qué quieres que haga?

La sonrisa del ministro dejó de ser tan pronunciada.

-El apoyo de la familia McAlvey, apoyo incondicional.

Kendrew se acercó al hombre.

-¿Para qué?

-La suya es la familia más importante de Gran Bretaña y me podrían proporcionar el suficiente poder para aumentar mi legislatura.

Kendrew miró al hombre totalmente asqueado.

-En otras palabras: Quieres que nos arrodillemos.

-¿No queréis ver a vuestro padre? ¿Verlo por primera vez en su vida?

Kendrew apretó los puños.

-¿Recordáis por qué mi padre está en Azkaban?

-Se le encontró culpable por ser Mortífago.

-Exacto...¡¡Vuestro maldito ministerio le encerró como a un animal!!- Gritó el escocés- ¡¡Vosotros me lo arrebatasteis, me quitasteis a mi padre!!- Kendrew sacó la varita- ¡¡Inmovilus!!

El ministro quedó estático.

-¿Qué...haces, niño?

Kendrew negó.

-Te dije que no soy un niño, ministro- Kendrew se acercó y apuntó su varita contra el cuello del ministro- Y como vuelvas a tratar de ordenarme algo te sacaré las entrañas y se las enviaré a tu familia. La familia McAlvey no vende su lealtad como una fulana se vende así misma...recuérdaselo a los peces gordos de tu ministerio.

Kendrew deshizo el hechizo y Fudge se alejó corriendo.

-¡Ministro!- Le llamó Kendrew cuando el hombre tenía su mano sobre el pomo de la puerta- Se ha olvidado su sombrero.

El hombre recogió el sombrero que Kendrew le ofreció y salió corriendo de la habitación.

Seguramente disimuló todo ante Dumbledore y McGonagall porque el ministro y el director se marcharon a decapitar a ese pajarraco de Hagrid. Kendrew aún pensaba en ver a su padre ¡Era lo que más deseaba! Pero no se iba a vender para lograr verlo, no iba a vender a su familia ¡Jamás!

El chico bajó la escalera.

Todos los alumnos hablaban del final del curso.

Kendrew vio como Isaac se acercaba a él.

-Ken ¡Me he metido en un buen lío!

-¿Qué te ocurre?- Preguntó él.

-He perdido mi libro de introducción a la aritmancia...y el examen es en dos semanas.