Un nuevo torneo surge a tan solo meses de la victoria del Inazuma Japón en el FFI, los seleccionados con la emoción palpitando dentro de ellos al saber que admitirían chicas en el equipo.
Pero no todo es como creían, la llegada de un misterioso equ...
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(POV Lise):
—¡Lise, Lise! —llegó la chica de cabello anaranjado corriendo con emoción—. ¡Tengo buenas noticias!
—¿De que se trata, Sahari? —le pregunté, tendiéndole una botella con agua.
—¡La capitana va a volver!
—¡¿Qué?! —exclamé sorprendida—. ¿Cuándo?
—Se dice que mañana, pero, la verdad, no sé con certeza.
—¿Cómo te enteraste? —indagué con la emoción palpitando dentro de mí.
—Lo escuché de rumores en los pasillos y luego escuché a la directora y a la entrenadora hablando de eso —hizo una pausa para tomar aire tras la prisa con la que había hablado—. ¡Por fin la tendremos de vuelta!
—Es una posibilidad... pero hasta que no lo confirmemos, no tenemos que hacernos ilusiones —dije, sin poder evitar pensar en todo lo que su vuelta conllevaría.
—Pero, entonces ¿qué piensas hacer?
—La esperaremos y mañana veremos si el rumor es cierto —apreté la banda amarilla que llevaba en el brazo—. Es mejor que volvamos a entrenar para estar preparadas para su llegada.
—¡Sí! —gritó, rápidamente volviendo junto al resto de las jugadoras y dejándome nuevamente a solas.
—Espero que sea verdad... —murmuré observando el brillante cielo azulado—... Espero que vuelvas con nosotras, capitana.
(POV Kiara):
Me encontraba en mi habitación terminando de guardar algunas cosas que serían necesarias junto a Iris, quien me ayudaba con el empaque.
—Espero que les vaya bien en este viaje —habló mientras cerraba el bolso—. Además, recuerda que te necesitan aquí, campeona.
Ella había logrado asistir al partido y ahora solía mencionar con frecuencia aquella oración, siempre provocando en mí un pequeño sonrojo de vergüenza.
Me despedí afectuosamente de la anciana y emprendí mi camino hacia el instituto, donde se supone nos reuniríamos.
Iba perdida con mis pensamientos, recordando que habían pasado años desde mi última ida al Instituto Forest, lo que provocaba que mi estómago se revolviera con nerviosismo.
El hecho de volver a ver a mis antiguas compañeras... Me emocionaba, pero a la vez me aterraba su reacción tras mi larga ausencia.
Cuando llegué al instituto, muchos chicos se encontraban allí, la gran mayoría siendo desconocidos para mí, por lo que supuse serían jugadores del Inazuma Japón.
Me senté debajo de un árbol a esperar a que los entrenadores llegaran, con la esperanza de poder quedarme un rato sola con mis caóticos pensamientos.
