Unidos Jamás Seremos Vencidos - (Inazuma Eleven)

Capítulo 30

(POV Val):

—Hola, Ángel Oscuro —la rubia se acercó hasta encontrarse en frente mío.

Sentí como aquello, que oculté durante años, se comenzaba a alzar a mi alrededor.

Todos dejaron de entrenar para recibir a la recién llegada.

—¿Qué quieres Solar? —le dije tratando de no mostrar mi furia.

—Vengo a informarte de algo importante —luego miró a Kiara—. Me alegro de que nos encontremos todos los capitanes.

La pelimorado la miró confundida. Mark se acercó a ella.

—¿Quién eres?

—Llámame Solar Flare —respondió cortante. Mark no se atrevió a preguntarle más cosas, así que se alejó, y ella continuó—: Has roto un acuerdo que teníamos, ahora tendrás que pagar las consecuencias...

—Creo que ya las pagué —le dije desafiante— Vete ahora que sabes que ya cumplí con lo que se me ha dicho.

—Oh, claro que no lo has cumplido —una sonrisa malévola se asomó por su rostro— Es hora de que pagues por todo, no sólo por lo que crees.

—Val... —dijo Kiara como una advertencia, pero no le hice caso.

Todos miraban algo sorprendidos a la misteriosa chica. Nadie dijo nada y un silencio se instaló en el campo.

Busqué con la mirada al entrenador, pero no se encontraba por ninguna parte. 《Justo cuando lo necesitamos...》

—¿Qué quieres que haga? —le pregunté después de reflexionar un poco.

—Tú ya sabes lo que quiero —eso seguía intentando salir de mí, pero no quería permitírselo. Un paso en falso y todo acabaría mal.

—Me alegro que hayas llegado —sabía que si él estaba cerca, ella también lo estaría.

Lars se acercó a ella y le tocó el hombro, en un gesto amigable.

—Ya lo sabía... —Clara se acercó por detrás de su hermano y encaró a Solar—. ¿Por qué no lo dejas en paz?

—Tranquila, hermanita... —el rubio le dio palmadas en la cabeza a su hermana y luego beso a Solar—. Ella es mi novia.

—No queremos saberlo —Kate ya se había acercado a la pareja, como era de esperarse, preparada para dar el primer golpe—. Váyanse si no quieren sufrir las consecuencias.

Solar rió y Lars le siguió.

—¿Qué puedes hacernos? ¿Lanzarnos insultos y herirnos con tus palabras? Ja, no nos hagas reír —Kate se tensó y levantó su puño, pero la detuve.

—No es necesario, Kate —luego me dirigí a la rubia de mechas rosas—. Lo mejor será que se vayan.

—No nos intimidan tus amenazas. Si pudimos con todo tu equipo, podremos contigo —un escalofrío recorrió mi cuerpo. Las consecuencias de aquel encuentro fueron catastróficas.

—Háganle caso a mi capitana —miré hacia atrás—, si no, se las verán conmigo.

—Jaja, ya es suficiente con las amenazas. ¿Acaso no les bastó con la derrota? —Tom la miró desafiante.

—No, nosotros queremos venganza —Jenny se colocó al lado de Tom.

—Tal vez necesitan que le pase algo a su capitana para que dejen de molestar —abrí más los ojos. El resto miraron alarmados a Lars, y Tom se acercó corriendo.