Un nuevo torneo surge a tan solo meses de la victoria del Inazuma Japón en el FFI, los seleccionados con la emoción palpitando dentro de ellos al saber que admitirían chicas en el equipo.
Pero no todo es como creían, la llegada de un misterioso equ...
—Hace mucho que no las veo —dijo la pelinegra, acercándose.
—¡Haneul! —Katelyn saltó sobre ella, haciendo que ésta perdiera el equilibrio.
Nos encontrábamos en el estadio donde jugaríamos contra Corea. Nos habíamos topado con el contrincante camino a los vestidores.
—¿Cómo has estado? —le preguntó Lise, ayudándola a levantarse.
—Muy bien... Bueno, ya saben lo que ocurrió con el internado y todo el resto de las cosas... Pero no venimos a eso —me miró desafiante—. Supe lo que ocurrió con ustedes, es una pena que hayas dejado de usar el Ángel de Fuego.
A pesar de ser buenas amigas, el tono sarcástico que ocupó no era de mi agrado, por lo que no evité soltar un gruñido.
—Kiara ha estado mejorando un montón y es probable que vuelva a sacar el Ángel de Fuego en este partido —dijo Axel tocándome el hombro. Haneul sonrío de lado, inclinando levemente su cabeza.
—¿Es tu novio? —preguntó, para luego agregar—: Vaya, ha pasado bastante entonces porque la Kiara que yo recuerdo no quería tener novio.
Solté otro gruñido, pero antes de poder decir algo los chicos de su equipo se acercaron.
—Ha pasado bastante, Mark —dijo un chico con el pelo largo y rubio—. Esta vez ganaremos.
—Byron, no estés tan seguro de eso —le respondió Mark con una sonrisa.
—Ya estás con las tuyas, ¿no es así, Haneul? —le dijo un chico de cabello rojo y parecido a un tulipán, tocándole la espalda con el codo.
—¿Es tu novio? —era turno de vengarme—. Porque la Haneul que yo conozco no quiere tener un novio.
La pelinegra gruñó y le hablo al chico de cabello rojo:
—Te he dicho que no hagas eso, Claude.
—¿Desde cuándo yo sigo tus ordenes? —Haneul lo golpeó suavemente.
—¡Maldito tulipán con patas!
—¡Tonta loca de los gatos!
Y así una serie de insultos inundó el pasillo. Un chico de pelo blanco rodó los ojos.
—Ya empezaron —dijo, provocando que ambos se giraran.
—¡¿Qué hemos empezado?! —dijeron al unisono.
Reí ante la cómica escena. No pensé que Haneul le mostrara alguna vez su lado agresivo a un chico.
—Bueno será mejor que vayamos a prepararnos —dijo el capitán de los Dragones de Fuego, Changsu Choi.
—Nosotros también tenemos que prepararnos —le dijo Mark—. Nos vemos en la cancha.
Antes de ir a los vestidores, Haneul me llamó. Me acerqué rápidamente a ella.
—¿Recuerdas nuestra apuesta?
—Como olvidarla —el brillo en sus ojos me indicó que el desafío comenzaría en ese mismo instante.
—Pues entonces nos vemos en la cancha, Ángel de Fuego.
—Nos vemos en la cancha, Mariposa —nos dimos la mano y volvimos con nuestros respectivos equipos.
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