Un nuevo torneo surge a tan solo meses de la victoria del Inazuma Japón en el FFI, los seleccionados con la emoción palpitando dentro de ellos al saber que admitirían chicas en el equipo.
Pero no todo es como creían, la llegada de un misterioso equ...
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(POV Mark):
Ya habían pasado dos días desde que habíamos tenido ese mini duelo con el equipo de la Oscuridad Eterna, del cual no hemos vuelto a saber mucho.
El entrenador Travis ya nos había dado más información sobre el partido que jugaríamos mañana, comentándonos que, de las once chicas del equipo, se podrán elegir a dos jugadoras para que se unan a nuestro equipo.
—¡Vamos chicos! —animé observando a mis compañeros realizar los diversos ejercicios.
Aún no se me quitaba la sensación que tuve cuando esa chica tiró a puerta... ¡Menuda fuerza que tenía! No había conocido a ninguna joven que pudiera lanzar como ella y me emociono al pensar en qué tipo de supertécnicas pueda tener, ya que podría ser como alguna de las supertécnicas de Kevin o de Axel, lo más probable, aunque también había algo que me hacía pensar que puede que sean hasta incluso más fuertes.
—¡Cuidado! —me había quedado trabado en mis pensamientos y al voltearme veo un balón en dirección a mí. El golpe me llegó en toda la cara y me logró derribar.
—Estate atento, Mark —me dice como una advertencia Axel. Al parecer, él chutó el balón intencionadamente.
—Lo siento, pero no puedo dejar de pensar en como será el partido de mañana.
—De seguro que les ganamos —dice animado Tod mientras se acercaba junto al resto para darme ánimos—. Y estoy seguro que lograrás parar el tiro de la chica del otro día.
—Gracias chicos. Ahora sigamos con el entr...
Antes de poder terminar la oración, Axel chuta en dirección a uno de los postes en la vereda que daba hacia el campo, tras él apareciendo una humana figura que le devolvió el esférico con fuerza.
—¿Qué haces aquí? —el pelicrema le espetó al recibir el pase de vuelta, con la furia remarcada en su rostro, como si ya conociese a la persona que estaba observándonos desde lo alto de las escaleras.
Al principio no logré reconocerla, pero luego una vaga imagen apareció en mi mente, haciéndome comprender el actuar del chico a los pocos segundos.
—Pero si es solo una chica —habló Jack, algo sorprendido por la violencia con la que Axel había actuado.
—Sí, pero no es cualquier chica —le replicó el delantero.
—Es verdad —agregué, acercándome al centro del campo para poder observar mejor sus facciones—, ella fue quien tiró ese magnífico chut hace dos días.
Todas las miradas cayeron sobre la desconocida, algunos murmurando ciertas maldiciones al lograr reconocerla.
No me equivocaba, según lo que alcanzaba a ver, era la misma pelimorado, solo que vestida de una forma más casual.
—Veo que me recuerdan —dijo, comenzando a bajar con lentitud los escalones.
A simple vista, parecía frágil y delicada, e incluso no parecía ser la misma del otro día, pero, al parecer, eso cambiaba cuando jugaba fútbol, logrando divisar los músculos que adornaban sus extremidades.
