" Inocencia " D.Gray-man

Capítulo 86: La noche en la cabaña.

Presente

Ayato

Me tomó demasiado tiempo encontrar algún lugar, recorrí como un kilómetro y medio para por fin hallar una pequeña cabaña escondida entre enormes y formidables árboles de pino y roble.

El frío me estaba calando tan a fondo e inclusive parecía que estaba más pálido que de costumbre, en realidad, ambos estábamos igual, hasta ese momento no me había dado cuenta que los dos teníamos una piel sumamente pálida a comparación de los demás, era como si ambos hubiesemos salido de una tumba.

Subí los pequeños escalones de la entrada y me acerqué con la intención de inspeccionar los alrededores, la cabaña parecía que había sido habitada recientemente y no estaba nada mal. Así que sin más observé hacia todos los lados antes de entrar con Yuki, adentro de la cabaña todo era igual de frío y sin más opción la dejé a ella recostada en una de las esquinas para luego buscar todo lo que necesitábamos, al menos lo esencial.

Mis ojos fueron hacia los troncos de leña que estaban arrinconados al fondo, cerca a una pequeña ventana cubiertos por una delgada tela que retiré y con ellos formé una fogata arrojándolos a la chimenea y encendiéndolos con un cerillo. Sin detenerme a disfrutar del calor seguí buscando, la cabaña tenía unas pequeñas escaleras que conducían a lo que parecía una habitación oculta subterránea que estaba a punto de quedarse vacía de no ser por una pequeña cama sin colchón y un montón de mantas dobladas, una pequeña almohada al lado y dos camisetas blancas de manga larga limpias, las cuales tomé y volví a subir a donde estaba Yuki.

Acomodé las mantas de manera que fuera como una cama y quedara cerca de la fogata. Sin embargo, sabía que antes de poner a Yuki sobre ella tenía que quitarle parte de la ropa mojada.

Empecé por retirarle los lazos plateados que sostenían ligeramente su cabello y las dejé a un lado para comenzar con lo siguiente.

-No me lo tomes a mal, preciosa, es por motivo de la sobrevivencia, no soy un pervertido-murmuré con una pequeña sonrisa mientras iba desabrochándole los botones de la chaqueta y a quitarle el resto del uniforme- además, Ayato-sama es todo un caballero.

Dentro de mí dudaba si debería dejarla con el corpiño puesto, me sentí extrañamente un poco avergonzado, todas las chicas que yo había tocado siempre estaban conscientes y todo tocamiento era consensuado, pero esta vez no me sentía cómodo quitándole toda la ropa estando inconsciente. Así que terminé por dejarlo. Esperaba que se secara pronto con el calor del fuego.
Mientras acomodaba su ropa alrededor de ella noté en su muñeca una pequeña cadena con un dije en forma de copo de nieve y con su nombre grabado en la parte posterior.

Se parece al mío...

Alcé mi muñeca observando la pequeña cadena que contenía el dije que llevaba también mi nombre grabado pero su forma era la de una gota y de color escarlata.

Ese objeto era muy valioso para mí, era una de las cosas que me recordaba mi tiempo como un mundano normal y corriente.

Antes de que mis memorias Noé aparecieran.

Lancé un suspiro recostando a Yuki y me dispuse a quitarme la ropa mojada quedándome solo con la ropa interior y estaba considerando seriamente ponerme la camiseta pero para mí el calor humano era mejor que el que te podía ofrecer una prenda. Me metí junto con ella y la atraje hacia mí con mucha delicadeza besando su cabeza y disfrutando de la calidez del fuego y de ella.

-Me alegra de que estés bien, Yuki - dije cerrando los ojos mientras aspiraba su dulce aroma que me adentraba cada vez más y más en el sueño.

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