Capítulo 93: Un buen día

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Yuki

Suman...

¿Por qué uno siempre tiene la mala costumbre de recordar la última conversación que tuviste con esa persona que ahora está muerta?

Nunca hablé con Kazana Reed y tampoco con Chakar Laboon, las pocas veces que pude verlos fueron cuando era pequeña y estaba en plena recuperación por la muerte de Lyon, pero en cambio, tuve la oportunidad de conocer a Suman Dark , no en su totalidad pero una parte de él sí.

Supe de su hija, Jamie, de 5 años y de la obligación que tuvo de unirse a la Orden Negra al descubrirse que era compatible con una Inocencia de tipo parásito cuando a su pequeña hija le diagnosticaron una enfermedad ,y la Orden, sin obviar ese detalle, se ofreció pagar los tratamientos a cambio de que cumpla el supuesto mandato de Dios y nunca más volviera a ver a su familia.

Con pesadumbre dirigí mi mirada al oscuro exterior a penas iluminado con la luz de la luna a través del cristal.

¿Cómo debió de sentirse Suman al traicionar a su Inocencia rogando por su vida a Tiky Mikk? ¿Cuán acorralado debió de estar ? 

Sin salida, sin escapatoria y con deseos de ir a por su pequeña hija.

Tan asustado y con su mente enfocada solo en su hija. Convirtiéndose en un títere de la Orden para salvarla y ahora está muerto, como todos ellos.

Suman Dark...

         Kazana Reed...

                  Chakar Laboon...

                        El General  Kevin Yeegar...

                                                                       
                              Daysia Barry...

                                                                                                            Inori...

                                                                                                                  Lyon...

Cerré los ojos con fuerza tratando intensamente de borrar todos esos pensamientos y de controlar a mis temblorosas manos, lo cual se hizo una tarea más difícil de lo que creí , hasta que el calor de una mano más grande que la mía la cubrió brindándome tranquilidad , calidez y seguridad. Abrí los ojos de inmediato y observé a Kanda quien se había sentado a mi lado y me miraba fijamente.

-¿Te encuentras bien?- preguntó aún teniendo su mano sobre la mía, mientras me debatía entre qué contestar.

Bajé la mirada hasta el contacto de nuestras manos para de nuevo regresar a sus ojos.

-No...-negué con la cabeza para luego acercarme y acurrucarme sobre su pecho- aunque aquí...y ahora todo parece estar bien- su cuerpo que ante mi contacto repentino se tensó pero empezó a relajarse por mis palabras hasta pasar una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi nuca y acariciar mi cabello.

-Entonces quédate aquí- susurró en medio del oscuro vagón, sólo logrando escuchar el sonido de las ruedas del tren avanzando y avanzando.

-Sí...- respondí cerrando los ojos dejándome llevar por el compás de los latidos del corazón de Kanda hasta quedarme dormida.

...

Kanda

-Puedo escuchar a tus dientes castañear , deja de hacerlo-ordené sin mirarla con los ojos cerrados.

" Inocencia " D.Gray-manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora