" Inocencia " D.Gray-man

Capítulo 109: Después de la masacre

Yuki

No sabía exactamente en lo que estaba pensando, cuando desperté lo único que pude preguntar era "¿Dónde está?", la jefa de enfermeras me miró con lágrimas en los ojos y me respondió desesperada :"En el sótano, con Hevlaska"

Salí corriendo.

Dolor...desesperación, muchas capas de los buscadores rodeadas de arena...
Muchísima sangre.

En mi corazón se sembró el dolor, escuché gritos a lo más hondo de la Orden donde se encontraba Hevlaska y me lancé sin más.

Mientras caía... Sabía que Kanda estaba ahí, como si cada centímetro de mi cuerpo pudiera identificarlo, el akuma iba a atacarlo.

Kanda no se movía.

En ese momento y quizá hasta en mi profundo sueño lo supe cuando Lyon me lo preguntó.

"¿Cuál es tu voluntad para vivir?"

Quiero proteger a Kanda

De mis muñecas la sangre brotó con firmeza e invoqué a la imponente Escarlatia de nuevo.

Situé a la espada frente a ese poderoso ataque de materia oscura.

-No te atrevas a lastimarlo - dije devolviéndole su propio ataque.

Giré mi rostro inmensamente feliz de volver a ver a Kanda quien lucía completamente desorientado.

-Kanda... - sonreí para luego dar unos pasos hacia él, extendí una de mis manos y lo ayudé a levantarse.

-Yuki... - balcuceó sin dejar de mirarme.

-¡¡¿Otro estúpido exorcista?!! - gritó con enojo el akuma de nivel 4 haciendo unos ruidos que creí que me romperían los timpanos.

Al girar la mirada hacia aquella criatura pude verlo... Pude ver lo que quizá Lyon tuvo que ver toda su vida.

Pero esto...

Era demasiado horrible para expresarlo con palabras.

De mis ojos sentí caer lágrimas amargas, sentí que tan abrumadora imagen me absorbía.

Kanda me llamó y me hizo reaccionar.

-Pobre de ti, akuma de nivel 4-fue lo único que pude decir pasando una de mis manos por mis ojos y ver que lo que salía de ellos era sangre.

Una figura blanca golpeó al akuma.

-¡Allen! - grité.

Tengo que ir.

Esta a punto de hacerlo hasta que un brazo me retuvo.

-Kanda...

-¿No te volverás a ir, verdad? - preguntó con seriedad, su agarre era firme.

-No me volveré a ir- respondí tocando su mejilla, ante mi respuesta me soltó y dándole una última mirada fue que me lancé hacia el akuma.

El akuma estaba por darle un ataque directo a Allen, quién estaba muy herido, pero con Escalatia logré evitarlo nuevamente.

-Yuki...-gimió Allen con dolor y sorpresa en el rostro - ¿Puedes... pelear?

-Te aseguro que sí-respondí completamente segura.

Ambos estuvimos reteniendo sus ataques pero por alguna razón el akuma trataba de alejarme constantemente, en un descuido de mi parte me envió un ataque directo que me llevó a impactar contra un muro desorientándome por un momento.