" Inocencia " D.Gray-man

Capítulo 96: La entrada del equipo Tiedoll a la batalla

Presente

Yuki

-General Tiedoll- llamó el capitán de la tripulación- este es el lugar. No podemos llevarlos más lejos, es hora.

-Entendido- contestó el General con despreocupación- bien , muchachos, ya oyeron- como respuesta nos atamos nuestras capas antes de salir de la enorme embarcación y en orden ingresar al pequeño yate enviado por la Orden, agradecimos a la tripulación y con Marie en el timón nos dirijimos al oeste a gran velocidad, la brisa era fresca en el cielo nocturno y hacía ondear nuestras capas.

El General giró a vernos a Kanda y a mí.

-Bien, empezaremos con este plan, probablemente los akumas aparezcan dentro de cualquier momento, estamos en su territorio, y mientras más nos acerquemos a Edo aparecerán muchos más, tardaremos como una hora en llegar, así que necesito saber si alguno de ustedes puede atacar a muy , muy larga distancia- cuestionó- lamentablemente, ahora que Daysia no está, la formación que habíamos establecido como equipo se ha roto, necesito que uno de ustedes lo cubra. ¿Alguno puede hacerlo?

-Yo lo haré- respondí con seguridad ante el par de miradas enfocadas en mí- permítame cubrir esa posición, General Tiedoll.

-Bien- respondió al cabo de unos segundos- Tú irás al frente y Kanda y yo cubriremos.

Kanda

-¿Cómo diablos piensas hacerlo? -intervine- tú no puedes volar, y no vamos a pelear sobre tierra, estamos en medio del oceáno.

Yuki me miró con una sonrisa mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

-¿Tú crees que a ti te muestro todas mis habilidades?- preguntó como si la respuesta fuera obvia- te sorprenderías de las cosas que puedo llegar a hacer- concluyó guiñándome un ojo.

Estuve a punto de responder hasta que el General me detuvo.

-Kanda, no cuestiones a la mujeres, si ella dice que puede hacerlo, entonces ella puede- él miró a Yuki-¿Cuánto tiempo puedes estar fuera?

-Dos minutos, cuanto mucho, y necesito...- suspiró cerrando los ojos por un segundo como si necesitara tranquilizarse- necesito que estén abajo para cuando vuelva aquí, solo necesito eso de ustedes, ¿Si?- pidió mirándonos a ambos.

Yo no era capaz de entender ese pedido, ya que era algo obvio, pero ¿Por qué entonces ella se veía un tanto asustada?

-Lo haremos, estaremos al tanto, ¿verdad, Kanda?- preguntó el General mirándome con sus gafas.

-Sí- y al afirmar con completa seguridad observé como el rostro de Yuki se relajó al instante y sonrió.

-Bien, hagamos esto.

...

-¡Están cerca, General Tiedoll! - informó Marie aún con las manos en el timón- por el este.

-Entendido- apenas decir eso observé a aquella cantidad de akumas pareciendo a lo lejos- Yuki, es hora.

-Bien- afirmó ella posicionándose en medio- ¡Inocencia, activación!- los relámpagos dorados cubrieron su cuerpo entero- ¡Estilo meteoro!- de un momento a otro, los relámpagos dorados que toda la vida había visto cambiaron haciéndose azules, Yuki salió del yate saltando sobre sus pies con una inmensa velocidad.
Apenas parpadeé ella ya estaba tan cerca de los akumas que aún se encontraban a muchísimos metros.

El General silvó.

Yuki había llegado a la altura de los akumas y los estaba atravesando con su mismo cuerpo haciendo que explotaran en cadena, ella estaba de un lado al otro del enorme conjunto, era demasiado veloz, era un poco difícil seguirle el rastro.