10.

6.1K 408 25
                                    

Transcurrió una semana donde Yoongi no me dirigió la palabra para nada; así es, no me despidió pero pasó algo más desesperante: me evitaba y podía notar su carácter más fuerte de lo normal con los demás. De vez en cuando andaba cabizbajo y no pude evitar sentirme un poco culpable, solo un poco.

-ya, esto es insoportable

Llegó Daniel a mi lugar bastante agotado.

-creí que hablarías con él -dijo aún más agotado.
-lo lamento, no he podido -mentí.-ni siquiera me recibe en su oficina así que es difícil

Por aquella tarde ya era suficiente de trabajo. Fui una vez a su oficina a darle recados y sin mirarme asintió a todos diciéndome al final que él se encargaría de lo demás, que me fuera, y así lo hice pero, ¿por que sentía ese pequeño malestar en mi pecho?
En la noche me di el lujo de aceptar a salir con Daniel a un restaurante, él me dijo que eran los ahorros de sus recientes pagos y me prohibió que yo pagara lo mío, que machista, a mí me gustaba pagar mis consumos. Llevé puesto un vestido rojo y unas zapatillas negras. Pasó por mi y nos fuimos.

Tomó mi mano y entramos. Reservó una mesa para dos y no puedo mentir haberme sentido especial, la música de jazz y el olor a vino tinto invadieron mis sentidos.

-que buen lugar -lo felicité.
-gracias, es lo que mereces y mucho más

Sentí que me puse roja. Acomodé mi cabello y me moví un poco en el asiento. Odiaba que los hombres actuarán así porque me hacían sentir incómoda.

-¿qué quieres cenar?, mira el menú
-de acuerdo -sonreí.

Levanté la carta y fue entonces cuando mi mirada se fue al frente, teniendo así al hombre de traje de enfrente. Oh no.
Él divagó el lugar con la mirada llegando así a la mía. Rápidamente tape mi rostro con la carta haciéndome la interesada en los productos del lugar.

-¿que pedirás Daniel?
-no lo sé, tal vez espagueti a la boloñesa o...
-pediré eso mismo y vino tinto
-¿que marca la prefieres? -sonrió.
-no sé de marcas, la que sea

Me levante entonces acomodando mi vestido.

-ahora vuelvo, voy al baño.

Yoongi tenía su mirada en la carta mientras yo camino de prisa al baño. Cerré la puerta para impedir que otras chicas entraran y vieran mi drama. Me miré en el espejo e hice una mueca de enfado.
¿Por qué?
Tranquila, todo está bien, si nos topamos solo sé amable y salúdalo, pero él no lo ha sido conmigo en esta semana, ni siquiera me ha mirado cuando le hablo.
Bufé, me acomodé el cabello y abrí la puerta para así encontrarme con esos ojos negros.

-Yoongi...

Mis ojos estaban bien abiertos mientras el guardaba silencio. ¿Qué hacía aquí?
Volví a hablarle de tú, no sé si es lo correcto pero ya lo he hecho, aunque a él parece no molestarle en absoluto.

-¿qué sucede? -pregunté temerosa.
-necesitamos hablar
-¿ahora?
-si, ahora
-es que, he venido con Daniel y...
-puede esperar

Asentí entonces y caminamos hacia afuera sin que Daniel nos notara pues estaba en su teléfono mirando quién sabe que.

El viento estaba más frío que antes, pude sentirlo. Yoongi tenía una voz tan grave y ronca que me erizaba la piel, lo cual era muy extraño para mí.

-lamento lo de hace una semana -dice sin ni siquiera mirarme.

Fruncí el ceño, ¿acaso estaba escuchando bien?

-lamento haberte gritado y ser tan brusco -fue ahí cuando me miró.
-¿por qué?
-¿por qué que?
-¿por qué te disculpas ahora? Creí que ya no tenía importancia

Yoongi sonrió sarcástico.

-pues...

Lo mire mal y él rodó los ojos.

-mira, yo...sé que no es de tu incumbencia, pero no he estado bien estos días y creo que ese fue el causante de haber perdido el juicio

Asentí, como una ingenua procese lo que dijo y de alguna manera lo creí.

-los trabajadores me han dicho...
-¡ah, los trabajadores!. Ellos no saben trabajar bajo presión eso es todo, se acostumbrarán ya verás

Ya no tenía caso discutir con él sobre eso y me quedé con la disculpa que me ofreció anteriormente.

-de acuerdo-musité.

Mis labios, mejillas y nariz comenzaron a tomar un color rojo.

-será mejor que vuelvas adentro, hace frío

Sin decir nada más se dio la media vuelta y entró primero que yo. Suspiré un poco tratando de asimilar lo ocurrido.

-¿qué haces afuera?

La voz de Daniel me saco de mis pensamientos. Levanté mis hombros y el colocó su suéter sobre de ellos.

-estás helada, vamos adentro
-¿y si nos vamos?
-¿y la cena?
-cenemos en mi departamento
-¿qué te ha dicho el jefe?, lo vi entrar, supongo que estaba contigo
-así es, pero no ha dicho nada importante
-¿estás ocultando algo?
-nada, sólo quiero irme a casa. ¿Vas a llevarme o no?
-oye, claro que te llevaré, pero sabes lo que gaste y no puedo irme sin que lo hayas disfrutado, anda vamos adentro

Bufé y caminamos hacia adentro, aveces Daniel era irritante. Mire como Yoongi estaba en su celular sin prestarnos atención, le tomaba a su vino de vez en cuando hasta que se lo terminó.

-te entretiene mirarlo -dice Daniel mientras se lleva a la boca un poco de espagueti.

-claro que no, es la primera vez que miró hacia allá

Yoongi se pone de pie después de pagar al camarero saliendo del lugar. Como hubiera querido que volviera su mirada a mí, por muy raro y estúpido que suene. Llegué a casa, me di una ducha y al salir me metí bajo mis sabanas encendiendo el televisor hasta quedarme dormida. Ese fin de semana no hice más que visitar a mis padres en el campo.
Me relajaba mucho estar ahí, ya los extrañaba. Daniel me llamó en la última noche para saber cómo estaba y si volvería pronto por lo que respondí:
"Ni siquiera sé si quiero volver"

Chiquitas, hay que tenerle paciencia al Yoongo, sabemos que es un poco distante o al menos aquí lo reflejo de tal manera ya que su novia le puso 👹 con el Jin.

Xoxo 💞

W I N EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora