40.

4.7K 366 27
                                    

Navidad, al fin. Extraño a Yoongi ya que tiene 7 días en Seattle por trabajo.
Diana se despidió de mí y una nostalgia inundó mi pecho al saber que ella podría ver a su familia esa noche. Hablé con mis papás y en la tarde salí a comprar las cosas de la cena.
Preparé pastel de queso, pavo y de tomar ¡chocolate caliente!
Me puse un suéter que llegaba hasta mis muslos de color rojo, unos calcetines de peluche y me maquillé levemente, solo para mí.

Saqué el pavo y el timbre sonó.
Mi pecho se aceleró cuando abrí la puerta de mi departamento.

-feliz navidad

Me lancé a él abrazándolo del cuello y besando su mejilla. Lo extrañé, lo extrañé, lo extrañé. Su perfume se adueñó de mis sentidos como siempre.

-cuidado, hey, espera
-no voy a soltarte

Llevó su mano a la parte baja de mi suéter para jalarlo hacia abajo.

-es demasiado pequeño, vamos déjame pasar

Lo solté para quitarle las bolsas de las manos mientras él cerraba la puerta.

-¿qué es?
-son postres y lo de la segunda bolsa son regalos
-yo también te tengo algo Yoongi
-¿no vas a besarme? ¿Le harás más caso a esos postres que a mí?
-ya te besé toda la cara
-menos mis labios, ven aquí

Volví con él para besarlo, conectábamos tan bien. Me apretó más con sus brazos mientras movía su boca junto a la mía, todo un poema.

-hice pavo y pastel de queso -lo encaminé a la cocina.
-odio el pastel de queso, comamos el que he traído yo
-comerás también del mío

Tomó asiento mientras yo servía los platos con pavo.

-es muy poco lo que he cocinado porque creí que solo cenaría yo
-está bien para mí lo que tú hagas

Lo miré entrecerrando los ojos.

-menos el pastel de queso, lo detesto

Su teléfono se encendió sobre la mesa dejándome ver la clara imagen de Rachel en la pantalla. Una llamada.
Me di la media vuelta desvaneciendo mi sonrisa sacando dos tazas de color blanco.
Escuché el suspiro de Yoongi, pero no lo miré. De nuevo aquí la inseguridad.

-¿cenamos?
-¿no vas a contestar?
-mírame

No, no quiero.
Unos brazos rodean mi cintura, tengo su mentón en mi hombro y me quedo muda. Atrás nostalgia, atrás.

-no voy a contestarle, ¿cenamos?

Asiento levemente mientras me dirige de nuevo a la pequeña mesa. Comenzamos a cenar en silencio, está vez no me preocupo porque el lo estuviera, yo estaba encerrada en mis pensamientos mientras un suspiro sorpresivo salió de mí.

-¿quieres ver lo que te traje? -preguntó.

Asentí y de una bolsa sacó una caja  pequeña envuelta en papel navideño, sonreí imaginando a Yoongi envolviéndolo. Lo abrí y me sorprendo al ver una caja de ceda de color vino. Una cadena delgada con una piedra preciosa y pequeña de color rojo me hacen abrir la boca sin saber qué decir por unos segundos.

-¿por qué?
-¿por qué qué?
-¡debió costarte mucho!
-que más te da
-Yoongi, lo mío lo hice yo misma, ahora me siento mal, déjame darte tu regalo mañana ¿si?
-no -arrugó la nariz haciéndome gestos.
-¡me siento muy avergonzada!

Se pone de pie tomando la fina cadena entre sus dedos para después colocarla en mi cuello dejando al final un suave beso donde mismo. Me estremecí.

-quiero ver mi regalo
-no te gustará
-no digas eso, anda, ve por él

Resignada camino a mi habitación por el empaque. Camino de vuelta con una mueca de disgusto en mi rostro entregándole su regalo.

-no te gustará
-ya veremos

Rompió el papel con cuidado sacando de ahí un suéter rojo con su nombre bordado. ¡Que horror! El peor regalo del mundo, eso es lo que causa el aburrimiento y tener como 5 tipos de hilos en casa. La sonrisa de Yoongi calma mi angustia, al mirarme sus ojos brillan ¿ya había dicho lo tiernos y bonitos que son sus ojos? Ah.

-¿lo has hecho tú?
-si, no tienes que usarlo si no quieres, solo no lo tires

Soltó una pequeña risa y enseguida  se puso el suéter.

-ahora las personas sabrán cómo me llamo sin tener que cuestionarme

W I N EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora