W I N E

81.

El sonido de la regadera me ha despertado, me dormí con zapatos la noche anterior, que horror que Jinyoung me haya visto así al despertar. Camino con toda la pereza del mundo y toco la puerta del baño.

-necesito el baño
-estoy bañándome
-eso ya lo sé, pero date prisa

Camino de vuelta a sacar de la maleta un cambio de ropa, según Siri el clima de hoy tampoco será soleado así que me preparo un cambio adecuado.
La puerta se abre y Jinyoung sale junto con todo el vapor, tiene puesta una bata blanca, las pantuflas del hotel y tiene el cabello mojado aún. Yo me encuentro sentada en la esquina de  la cama checando el buzón de mensajes de mi celular.

-ya
-¿saldremos hoy?, según Siri lloverá 
-si, saldremos hoy. Así que date prisa

Tomo mi ropa y camino dentro del baño. Me quito la ropa y dejo que el agua caliente libere mi estrés. Ambos salimos bastante abrigados a curiosear las calles, nos perdimos una vez y terminamos comiendo en un restaurante caro, no tuvimos para volver así que volvimos caminando.
Una gota calló en la frente de Jinyoung y la limpio rápidamente con la manga de su sudadera.

-carajo...
-te dije que iba a llover

Las gotas comenzaron a caer más de prisa.

-por un demonio, vamos

Tomó mi mano y juntos comenzamos a correr para buscar algún techo que nos cubra. No sé cómo describir aquello, fue un sentimiento extraño que me gustó y me asustó.

-¡aquí!

Nos metimos bajo el techo de tejas de una casa. Nuestros cabellos estaban mojados, pequeñas gotas escurrían por nuestra frente.
Nos giramos por instinto quedando así frente a frente quitando nuestras sonrisas al instante.

-debí haber comprado una sombrilla

Sus ojos estaban atentos a los míos, su estatura me gustaba mucho, era un poco más alto que Yoongi, debo dejar de compararlos.

-no importa, me gusta estar así

Saqué mi mano a la intemperie dejando que las gotas de lluvia reposen en ella, Jinyoung hace lo mismo y yo lo observo.

-¡oye!

Grito al sentir el agua en mi rostro, Jinyoung me ha lanzado gotas de lluvia a los ojos y él no hace más que reírse de mi agonía.

-¿por qué has hecho eso?
-porque sí
-¡Jinyoung!

Yo repetí el acto obteniendo lo mismo pero más brusco ya que llevó su mano mojada a cubrir mi rostro, su risa malvada me hacía reír y enojarme a la vez, es frustrante. Al final terminamos jugando  bajo la lluvia en los charcos.

-quita esa cara
-estoy arrepentido

Estábamos empapados, nuestros tenis  rechinaban y las personas nos veían extraño.

-carajo -comienza a sacudir el agua de su sudadera con las manos.
-volveré a deprimirme si te enojas
-no estoy enojado, bueno sí, pero no contigo

Lo miro y sonrío, le doy un leve empujón con mi hombro. 
Comenzamos a contar anécdotas en el camino al hotel, tomé una ducha cuando llegamos y después el enojado Jinyoung.

Cada uno estaba acostado en su cama, Jinyoung leyendo y yo leyendo cumbres borrascosas por una página Web en mi celular. Yo soy la pequeña floresilla solitaria que tiembla en su abrigo de tierra que Elena y Cathy observaron aquel día invernal, casi tan abatida e inerte como la pobre Cathy, no puedo dejar de compararme con ella, mis sentimientos se han mezclado y de repente ya siento ganas de llorar.

-hey
-¿qué? -contesté.
-ya duerme
-no puedo

Y no mentía, cada que cerraba los ojos un rostro que todavía amo aparece y me atormenta.

-inténtalo esta vez, ¿si?
-bueno

Apago mi celular y me cobijo hasta el cuello, ya debo comprarme unas pastillas para dormir si es que quiero hacerlo.
Tardé en dormir, mis ojos se cerraron como a las tres de la mañana, pero me sentí sofocada, una presión terrible en mi pecho y la falta de respiración me hicieron despertar, mi pecho subía y bajaba tratando de recuperar todo el oxígeno posible.
Jinyoung dormía aún, pero ahora yo estaba asustada.
Me puse de pie y fui al baño a lavarme la cara, tal vez así duraría más tiempo despierta y tranquila.