W I N E

37.

Era color blanco, por supuesto grande y con ventanas grandes, sus muebles eran de colores obscuros y cuadros de pinturas adornaban las paredes, todo muy limpio. Pero hubo algo que llamó mi atención sobre de todas las cosas: un piano. Era color marrón y ocupaba un cierto espacio cerca la ventana. Uno de mis sueños frustrados siempre fue aprender a tocar el piano, es uno de mis instrumentos favoritos y siempre que veo uno me pongo demasiado inquieta por tocarlo.
Miré a Yoongi que se adentraba a su cocina.
Me quité el saco y el bolso para acomodarlos sobre un sofá, caminé lento hacia el gran instrumento y acaricie las teclas. Una sensación diferente y un tipo de cosquilleo me recorrió.

-¿te gusta?

La voz de Yoongi me sacó de mis pensamientos.

-¡mucho!
-¿lo sabes tocar?

Hice una mueca de tristeza. No, no podía.

-no

Él se acercó también y lo vi sentarse frente al piano por ende yo le seguí. Sus dedos comenzaron a tocar las teclas de marfil y yo me estremecí, su rostro lucía tan concentrado. Una melodía inundó el lugar y yo sonreí aún más.
De repente puso fin a la melodía y tomó mi mano para conducirla a las teclas.
Comenzó a explicarme algunas cosas aunque era imposible ponerle mucha atención, es tan guapo y su voz me derrite, de pronto me pone a tocar algunas teclas para señalarme cuál es el : Do Re Mi Fa Sol y lo que sigue, recuerdo solo seguirlo. Lo contemplé tocar un poco más y luego me rogó que eligiera una película que esta vez no fuera de amor mientras el preparaba las palomitas.
Feliz busqué una comedia, pero de nuevo Mr. Roca cerró los ojos a la mitad. Vi una sección en uno de los muebles de la sala que me interesó, los discos de música. ¿Qué música le gustará a Yoongi?
Aún recuerdo la música en el auto del chico, pero en esa sección había bastantes discos, interesante.
Me puse de pie y fui hasta la repisa ; la mayoría eran de rap y sonreí, un jefe como Yoongi con esta música. "Athon Mckenzie"

-¿qué miras?

¡Dios! Este hombre debe de dejar de asustarme así.

-tus discos
-¿por qué?
-curiosidad

Se puso de pie y camino hacia mí quitando con suavidad la cajita del disco de mis manos.

-¿lo has escuchado?
-no
-¿quieres escucharlo?

Asentí. Yoongi lo puso en el toca discos mientras yo observaba curiosa. Era completamente distinto el ritmo a lo que imaginaba, un sonido de guitarra suave y mecedora lleno el lugar. La voz inundó mis oídos y sonreí, el pecho me latió a mil por hora. La mirada de Yoongi no se movía de mí, de mis expresiones y maldije por lo que me hacía sentir.

-suena bien -dije.
-así es

Le sonreí. De pronto su mano toma la mía y yo me quedo sin saber que hacer cuando sujeta mi cintura.
Comenzamos a mecernos, mis ojos  se conectaron con los suyos y sus expresiones serias.

-te burlaras de mí porque no sé bailar
-tal vez
-eso no me hace sentir bien
-¿por qué te preocupa tanto lo que piense de ti?

Me quedé muda, porque la verdad yo tampoco tenía muy claro el "por qué".

-no lo sé

Me giró levemente al ritmo de la música para después volver a pegarme a él.

-¿extrañas a Jimin?

¿Qué?

-hm, no
-él a ti sí. Me manda mensajes casi todos los días preguntando por ti, es patético

Reí levemente pero a él no le  causó ni gracia. No sé por qué, pero llevé mis manos a sus mejillas para no perderlo de vista.

-tus ojos son muy bonitos, con pestañas pequeñas

Levantó las esquinas de sus labios al escucharme.
Y fue entonces cuando se inclinó para besarme.