W I N E

38.🔥

Es un tanto ilógico.
El como el amor obra de distintas formas que te deja débil, Yoongi me deja débil.
Conduciéndome a su habitación sin soltarme, me absorbe con cada beso, cada caricia, cada respiro.
Es ilógico, el como la gente huye del amor pero sin embargo ahí se encuentra también...en la huida. 
No somos nada, pero somos todo, es extraño explicarlo pues yo aveces tampoco lo entiendo, no nos entiendo. Sabía que debía detenerme, pero no pude, no quise.
Me deja caer en el edredón mientras se quita la camisa por encima. Tengo miedo, debo admitir. Yoongi no parece él mismo, sus ojos son más obscuros de lo habitual y hacen latir más a mi corazón de lo normal.
Vuelven sus besos a mis labios y lo ayudo a desabrochar mi vestido, por un momento lo escuché maldecir por no poder desabrochar mi sostén. Lo veo quitarse los pantalones y ahora si me asusto enserio. ¿Qué estamos a punto de hacer? ¿Es correcto? Ni siquiera somos novios y yo ya le estoy dando algo que no le había dado a nadie.
Sé que suena increíble, pero en el lugar de donde vengo no había tenido ningún novio porque era demasiado penosa para hablarle a un chico, incluso hasta para mirarlo fijamente; en NY se me ha juntado tanto el trabajo como para ponerle atención a un novio.
El rostro de Yoongi está cerca del mío mientras se acomoda y me abre las piernas. Sus manos frías de repente ya no me calan y me acomodo a su antojo.
Comienza a entrar y yo pienso en reincorporarme del dolor, pero sus manos se aferran a las mías impidiéndome tal acción. Duele, jamás me había dolido algo de tal manera; mis ojos se llenan de lágrimas amenazando en salir y la expresión de Yoongi se suaviza.
Dicen que los chicos siempre se dan cuenta cuando eres virgen  y cuando no, esperé todo el tiempo que eso solo fuese un mito porque me moriría de pena; pero al parecer no es solo un mito, Yoongi comienza a ser más suave con sus movimientos y me besa más para amortiguar el dolor, es como la morfina.
Cada vez comienza a ser más rápido y mi respiración es entrecortada, lo oigo maldecir de vez en cuando para así acariciar mi cuerpo por completo. Lo observo: su piel es blanca, casi pálida, tiene marcas de mis uñas en sus brazos, su rostro es extasiado y sé que lo oculta en mi cuello para que no lo vea aunque de vez en cuando me obliga a mirarlo a los ojos.

-Yoongi...

Mi voz es apenas un susurro, no puedo hablar más fuerte, pero sé que él quiere que lo haga. Se mueve más de prisa haciéndome sentir que puedo explotar en cualquier momento.

-Yoongi...

Muerdo su cuello y lo escucho gemir y maldecir. Yo estoy a punto de llegar al orgasmo y Yoongi comienza a mover más de prisa para así hacerme alcanzarlo.

-¡ah, Yoongi!

Deja caer su cabeza en mi pecho, decae en mí y yo trato de recuperar el aliento.
Ambos respiramos agitados, Yoongi se acuesta junto a mí para darme tiempo. Ahora me da pena mirarlo, el techo es mi única opción. El ardor y dolor de mi parte se hacen presentes cuando intento moverme. Yoongi me analiza sin perder ningún movimiento, me pone más nerviosa de lo que ya estoy y me siento mal. ¿Le habrá gustado mi inexperiencia? Me dejará por Rachel, estoy más que segura. Las lágrimas salen de mis ojos de repente.

-¿estás llorando?

Su voz ronca me hace pequeña y yo giro la cabeza para evitar que me mire. Ven, patética.

-________, ¿estás llorando enserio?

Se acomoda de lado sosteniéndose de su codo para poder mirarme mejor.

-esto es ridículo , ¿por qué lloras?
-estoy loca

Su brazo rodea mi cuerpo y yo me tranquilizo un poco. Lo miro atentamente, su cabello negro alborotado y sus labios rojos.

-dime, ¿por qué lloras?

Nada. Silencio absoluto, yo tampoco sabía el por qué de mis lágrimas.

-¿te lastimé?

Negué levemente con mis ojos bañados en lágrimas. El pulgar de Yoongi acaricia mi labio inferior tembloroso.

-te lastimé -afirmó.
-no, es que...
-¿qué?
-tengo miedo
-¿miedo de que?
-de que me dejes

Ahora él se quedó en silencio, sabía que no era buena idea hablar.  La verdad no planeaba que me contestara, lo comprendo, hablo enserio.

-yo...no soy nada a comparación de....

Tape mi boca con una mano. ¿Desde cundo mi inseguridad aumentó?

-¿de quién?

Lloré de nuevo quitando lo más rápido posible mi vista de la suya.

-si hablas de quién creo, entonces no debes por qué ponerte así

Se giró para sacar una cajetilla de cigarros de un pequeño mueble de su lado de la cama; encendió uno y le dio un sorbo, exhalo.

-¿te gusté?

Obtuve su atención de nuevo.

-¿por qué preguntas eso?
-perdóname

Su mirada bajo a mis labios y los beso suavemente.

-duerme, quédate esta noche -me pidió mientras limpio mis lágrimas

Hola bebus! Comenten que les está pareciendo la historia, se vale opinar😌

Xoxo💞