72.

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Toco el timbre con pena, en verdad me siento monótona y sin ganas de nada, no he comido en dos días y siento qué tal vez pueda perder el equilibrio en cualquier momento; no he sabido nada de Jinyoung, ni siquiera contesta mis llamadas o mensajes. Llevo un pequeño pastel en mis manos esperando no ser rechazada, Jinyoung y Jimin son todo lo que tengo, temo perderlos por cualquier tontería.
La puerta se abre y veo a un alto Jinyoung frente a mí, con sus manos manchadas de colores y su delantal blanco de igual forma. Sonrío.

-vengo a traerte esto

Sus ojos bajan al pastel de chocolate que he hecho con toda la paciencia del mundo.

-¿pastel?

Miré mis zapatos avergonzada.

-Jinyoung, no sé qué haya pasado entre tú y Yoongi, pero yo no quiero que dejes de hablarme

Lo miré a los ojos, parecía que mis palabras no tuvieran importancia para él.

-necesito la compañía de alguien en estos momentos, me haces sentir bien -sonreí tristemente.-te necesito

Sé que no está bien decir aquello, pero en tiempos de ruptura necesitas a todo el mundo a tu lado.

-¿quieres salir?

Su pregunta me hizo sonreír más, mis ojos se hicieron pequeños a causa de la felicidad de tenerlo a mi lado.

Subimos a su Chevy rojo y lo echamos a andar, tomó una carretera que de pronto parecía ser la única entre todo el campo y el cielo  jamás lo vi tan melancólico. Bajamos del auto, la neblina me hacía sentir como yo estaba por dentro, estábamos sobre una colina de hierba seca, todo se veía así.

-esto es pura porquería

Dije mientras analizaba el horizonte.

-¿qué cosa?
-todo esto de el amor
-¿justo ahora te has dado cuenta?, bueno, al menos ya lo sabes

Bufé. Pasé la lengua por mis dientes antes de hablar.
El aire hacia danzar nuestros cabellos delicadamente.

-aveces quiero volver a Estados Unidos

Me gané su mirada.

-¿solo por qué Min Yoongi te dejó?

Apreté mis labios, si, solo por eso. Ya no me sentía bien.

-es difícil estar en un lugar que no conoces

Asintió. Su mano tomó la mía y de repente mi temblorosa piel se detuvo.

-vamos, hace frío

Caminamos tomados de la mano de vuelta al auto, pero sin querer lo solté.
El auto era cálido, me sentí aliviada cuando entramos. El silencio se prolongó un buen rato, miré su perfil.

-Jinyoung, ¿qué pasó con Yoongi el otro día?

Hizo un gesto con su mandíbula mirando por el parabrisas, yo en verdad esperaba respuestas.

-¿por qué quieres saber?
-¿no crees que debo estar enterada?
-absolutamente no, deja que las cosas avancen, tú la mayor parte del tiempo no avanzas por qué te estancas en los problemas, no solo tuyos, de todos.

Me quedo mirándolo con el ceño fruncido; bueno tal vez tenga razón pero me es imposible no hacer otros problemas míos.

-quiero saber por qué. Yoongi en verdad me tiene preocupada, es un hombre un poco diferente a como lo conocí  y solo quiero saber por qué discutieron

A la buena parece no entender.

-porque creo que yo estuve implicada en su pelea, eso no me gusta
-¿qué?
-a lo que yo sé ustedes se pelearon  por mí, Yoongi me dijo...
-Yoongi es un bastardo-me interrumpe.
-¡deja de ofenderlo!

Bien, mi humor estos días no era el mejor de todos y menos cuando ofendían a la persona que me hizo feliz; yo sé lo que Yoongi me hizo, sé lo que vivimos y lo que perdimos, pero yo no podía negar lo feliz que fue tenerlo a mi lado porque sé que dentro de ese cascarón hay un Yoongi digno de admirar, ya lo admiro, pero sé que puedo hacerlo mucho más. Odio cuando las personas lo insultan porque ellos no lo conocen como yo, ellos no lo han visto en sus momentos buenos ni malos, ellos no han gozado esa sonrisa ni esos ojos, ¡solo yo!
Todos lo juzgaban: Mis padres, Diana, Daniel, Jinyoung, entre otros más.

-¡es lo que es él!, no sé porque lo defiendes a pesar de como te trató, ¿estas ciega? ¿Estás tonta?
-Jinyoung...
-es que de verdad eres un caso perdido, niña

Suspiré, abrí la puerta y salí del auto. Me cobije a mí misma, segundos después me encuentro arrepentida, el frío me cala hasta los huesos, tal vez muera de hipotermia. Los ojos me arden y el orgullo se apodera de mí cuando lo oigo gritarme.

-¡_________!

Sigo caminando a pasos largos estando consiente de la estúpida idea que es porque no sé en dónde estoy ni a dónde debo ir.

-¡no seas inmadura, vuelve aquí!

Me detengo, miro a mi alrededor buscando algo que me ayude, no hay nada. Sin embargo, Jinyoung tiene razón, me he vuelto una inmadura sin sentido y extraño mi casa como nunca antes la había extrañado. No sé en qué momento Jinyoung ha llegado tan rápido, pero sus brazos logran reconfortarme y me aferro a él como si fuese mi salvavidas entre un mar abierto.

-llora lo que tengas que llorar, no te guardes nada

Sollozo aún más fuerte ante sus palabras, en verdad tengo tanto en mi pecho que quiero sacar, mi mente está enredada y mi pecho está alterado por todas las emociones rotas que quiero reparar.

W I N EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora