W I N E

33.

Ella tomó una de las galletas y la sumergió en el vaso. Yo comencé a jugar con mi dedo índice en la barra sin parar de ver a la chica.

-eres raro

Levanté ambas cejas, esto si me tomó desprevenido.

-¿raro?

Ella asintió sin dejar de ver sus galletas. ¿Ahora tenía pena mirarme?

-eres...muy callado y...aveces sueles enojarte muy rápido...

¿Que carajo? Bien, ¿ahora que más sigue?

-¿y?
-pues...nunca nadie...había sido así conmigo

Casi suelto una risa, no pude disimularlo, está conversación no tenía significado por qué se supone que todos somos diferentes. ¿Que más le daba que yo fuera  callado?
Sus ojos me miraron con desaprobación y yo volví a la compostura. No sabía qué decir.

-¿eras así con tu ex novia?
-siempre e sido así

Contesté tomando una galleta del plato evitando su mirada. Aunque no me intimidaba la de ella, yo quería evadir el tema de Rachel a toda costa.

-estaba desecha aquella vez en la oficina Yoongi

Da lo mismo.

-¿tú o ella?
-ambas

La miré. Esto ya era demasiado, no me iba a poner hablar de Rachel como si ella fuera la víctima, mucho menos de ella, no ahora que ya estábamos ¿bien?
Me puse de pie y llevé mi vaso al lavavajillas.

-¿terminaste? -pregunté.

La miré helarse. Ni siquiera volvió a mirarme cuando se levantó y dejó su vaso en donde mismo que yo. Suspiró frente a mí mientras yo tenía mi mirada puesta en la barra. Esto de seguirla y consentirla ya me estaba comenzando a parecer frustrante y tonto, ¿por qué de repente tan lejanos?

-Yoongi

Me llamó, pero la ignoré; estaba pensando de qué manera huir, ¿podría? ¿Quería?

-Yoongi

Su mano pequeña fue a tomar mi brazo y fue ahí cuando la miré. Error: había olvidado el poder de sus ojos, esos ojos grandes...tan diferentes, y ahí estaba el jodido Yoongi romántico del que quería escapar.

-¿qué?
-¿me besas?