20.

5.2K 420 5
                                    

Yoongi sí que la había cagado. Si este chico estaba logrando hacerme sentir algo distinto a la monotonía pues ahora me había hecho retroceder.
Yoongi asintió.

-¿por qué lo querías saber? -preguntó.

Me quedé sin palabras, ya había hablado demasiado.

-me molesta que te quedes callada cuando te hablo
-ahora no estás en tu oficina Yoongi -gruñí. -quiero dormir

Y entonces sin decir más Yoongi salió de mi departamento. Si de algo estoy segura es de que él no es de esas personas que ruegan así que digamos que toda esa noche trabaje para acostumbrarme a que él ya no volvería a mi departamento, fue difícil, sin conseguir resultados.
A la mañana siguiente, él no apareció, ni el día siguiente tampoco, comenzaba a pensar que quería evitarme, pero quien no quería evitarme era Jimin; desde que salía a las 6 de la tarde el iba por mí en el auto de Yoongi. Le daba unas mini clases de inglés. Aunque no debo mentir cuando digo que solía besarme en los labios al final de nuestras salidas. Yoongi fue por fin a trabajar al tercer día y se comportó de lo más cortante y distante conmigo, peor que cuando entró a trabajar. Jimin tuvo que rentar un auto de parte del aeropuerto para no depender del auto de Yoongi.
Un viernes Jimin y yo llegamos a mi departamento con unos Starbucks en nuestras manos, nos pusimos cómodos en el sofá. Tomé el pequeño papel de la mesita de centro para leer el recado de Diana; Había salido con un chico y tal vez no regresaría hasta el amanecer.

-oh, no
-¿qué sucede?
-me quedaré sola esta noche
-¿por?
-mi amiga salió
-ah
-no volverá hasta mañana

El asintió con una mueca de disgusto en el rostro, pero en cambio yo ya estaba un tanto acostumbrada a estar sola aunque no me gustara en lo absoluto.

-¿quieres palomitas? -pregunté.
-si
-vamos Jimin, sé que sabes decir más cosas, no te apenes
-no tengo pena
-bueno, ya vengo

Me puse de pie y puse palomitas en el horno aprovechando a irme a poner ropa cómoda mientras estaban listas. Jimin estaba en su teléfono mientras bebía de su Starbucks, me parecía atractivo, seguro que sí, pero sabía que pronto volvería a Corea y eso en verdad me ponía triste.

-¡están listas!

De saltitos fui al sofá junto a Jimin y me lancé a besarle la mejilla, era imposible no besarlo mientras lo tenía cerca, era bastante adorable. Me sorprendió cuando colocó una de sus manos en mi muslo y él lo sintió, río frente a mis labios.

-¿qui...quieres, practicar tu inglés? -pregunté nerviosa.
-no, no quiero -volvió a besarme.
-¿entonces?

¿Entonces qué quieres Park Jimin? No contestó, siguió moviendo sus labios al ritmo de los míos y entonces el timbre sonó.

-no abras...
-tengo que ir...

Me debilitaba este hombre, pero aún así tuve que ir a ver, buscar un pretexto para huir de mi cazador o al menos eso pensaba yo.

Xoxo💜

W I N EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora