W I N E

83.

Jinyoung estira su cuerpo y bosteza para luego abrir de golpe los ojos al verme sentada en el suelo.

-¿qué demonios haces ahí?
-estoy cargando mi celular
-me asustaste

Comenzó a sobarse el hombro mientras avanzaba a mí.

-¿qué tal dormiste?
-bien
-no me engañas, ve tus ojeras

Me ayudó a ponerme de pie y mirarme al espejo; unas bolsas debajo de mis ojos me preocuparon de verdad.

-hablo enserio cuando te digo que duermas, así comienzan varios problemas neurológicos
-Wow, Mr. Jinyoung

Sus expresiones serias me hicieron quitar mi sonrisa.

-perdón, pero de verdad me resulta agobiante dormir
-¿por qué?
-no puedo

Rodó los ojos.

-olvídalo, ya no te diré que hacer. Voy a bañarme
-no te tardes, yo también debo bañarme. ¿Saldremos hoy?
-si, pero recuérdame comprar una sombrilla, por favor

Algunas calles son pequeñas, bastante lindas en verdad insisto; si pudiera irme lejos de mis problemas para siempre el lugar perfecto es este.
Jinyoung va vestido casual, con un saco largo y una playera cuello de tortuga de color negro, su cabello va peinado hacia un lado; mientras tanto yo llevo puesto un vestido que me llega un poco abajo de las rodillas de color perla, abajo estoy usando unas mallas de color blanco, por encima un saco del mismo color que el vestido y en mi cabello llevo puesta una diadema.
Jinyoung me ha comprado un jugo en el camino porque no quise desayunar nada en el hotel. Debo admitir que mi situación de salud no es muy buena, la cabeza me duele constantemente y mi cuerpo ya no tiene la misma energía.

-pareces una niña de kínder vestida así -sonrió sin mirarme.

Me miré al instante.

-ahora me muero de frío
-eso te ganas por hacerle caso a Siri
-Siri nunca me ha fallado, esta vez yo quise usar vestido porque si
-yo escuché que en la mañana hablabas con Siri y ella te respondió que no haría mucho frío el día de hoy
-lo que diga, señor ejecutivo

Visitamos varios templos, pero la nostalgia me inundó al entrar desde el primero.

-este lugar me parece bastante tranquilo, me siento en paz

Yoongi solo asintió mirando alrededor.

-¡mira Yoongi, el dragón de allá!

Lo tomé de la mano y lo jalé, Yoongi era la persona más lenta que conocí, él y sus calmas.

-tranquila, vas a caerte
-claro que no. ¡Es impresionante! ¡Ve que grande es!
-si, lo estoy viendo
-toma una foto

Sonrió sacando el celular de su saco. El flash me cegó un poco.

-oye, yo me refería al dragón
-yo quiero fotografiarte a ti, el dragón me da lo mismo
-yo no quiero fotos si no es contigo. No tenemos ninguna juntos, ¿puedes creerlo?

Me acerqué a él hasta quedar debajo su barbilla. Su perfume siempre me ha gustado, es una cadena invisible que me ata a él.

-no
-¿te tomarías una foto conmigo?
-no me gustan las fotos
-solo quiero tener un recuerdo junto a ti, por favor

Me sonrió, ¡gané!
Saqué mi celular lo más pronto posible aprovechando su decisión, tomé bastantes fotos ese día: una Selca sonriendo a la cámara, otra selca besando su mejilla, otras diez de él desprevenido, dos de nuestras manos unidas, una donde él es el que me guía, ¡día perfecto!