Punto de vista Vegetta777
Me quede abrazado a él ocultando mi cabeza en su pecho mientras lloraba como un niño pequeño. Pensaba en lo que él acababa de decirme, me había dejado pero ¿a la vez no? No lo entendía, nunca fuimos pareja pero ¿me daba la oportunidad para irme y ser feliz? Después de un par de minutos lo miré a los ojos y él también estaba llorando pero no se le notaba casi.
-Nunca dejaremos de ser amigos, eres una de las personas más importante en mi vida ¿lo sabías? –le dije con una sonrisa y él también sonrió.
-Tú también eres importante y por eso no te quiero perder.
-No me perderás, seremos amigos, volveremos a los viejos tiempos donde estos sentimientos no existían –a lo último lo dije en susurro y él me sonrió para abrazarme.
Estuvimos un rato abrazados, me sentía protegido estando abrazado a él. Con lo que me había dicho estaba seguro de que él me quería y todo lo que lo hacía era por algo, me había hecho bien haber venido a verlo; me había aclarado varias dudas que tenía respecto a él.
-¿Te puedo dar el último beso? –me pregunto en susurro y yo levante la cabeza para mirarlo.
Me sujeto con delicadeza del mentón, lo sujete de la cintura para atraerlo más hacía mi; nos quedamos mirándonos a los ojos por un par de segundos hasta que él se acerco y comenzó a besarme. Empezó a besarme con dulzura, sentía sus labios húmedos sobre los míos, los probaba y ya se me hacía una droga, la mejor droga que haya. Su lengua ingreso en mi boca y comenzó a jugar con la mía, al cabo de pocos segundos el mordió mi labio inferior frenando por un segundo el beso para luego volver a continuar. Luego de unos segundos nos separamos, él me miro con una sonrisa y no evite también sonreír.
-Me tengo que ir –le dije en susurro.
-Te quiero, no lo olvides –me dijo para luego volver a darme un beso.
-Adiós Guille –le dije con una sonrisa para salir de ahí.
Comencé a caminar hacía mi casa, la sonrisa de mi rostro era presente en todo el camino. Recordaba el beso que me había dado con Willy hace pocos segundos, me mordí le labio inferior y seguí mi camino. Cuando llegue a mi casa la puerta estaba abierta, entre con algo de miedo y al entrar me encontré con mis padres conversando con Luzu, los tres riendo, no evite ponerme nervioso.
-¿Luzu? –dije y los tres me miraron.
-Samuel, hola –dijo él para acercarse a mí y saludarme como si fuéramos amigos- espero que no te moleste que haya venido, tengo que conversar contigo –dijo él con una sonrisa y ambos nos sentamos al frente de mis padres.
-Luzu es un amor de persona –dijo mi madre- ¡simpático el chico!
-Gracias señora –dijo él algo sonrojado y no evite reír.
-Nos estaba comentando que él también se dedica a youtube –dijo mi padre y sonreí.
-Sí –le dije mirándolo- gracias a youtube lo conozco –dije con una sonrisa y él también sonrió mirándome.
-Hacemos varios gameplays juntos –dijo él.
-¿A qué juegan? –pregunto mi madre, no sabía nada ella pero bueno.
-Minecraft, precisamente juegos del hambre, prop hunt, esos básicamente –contesto él.
Seguimos conversando de cualquier cosa, notaba como a mis padres les agradaba Luzu y eso me alegraba, saber que cuando les cuente sobre nuestra relación lo tomen de una buena forma o eso esperaba.
-Un gusto señor y señora García –dijo Luzu mientras nos despedíamos de ellos para ir a dar una vuelta.
-Adiós querido, vuelve cuando quieras –dijo mi madre con una sonrisa.
Salimos de la casa, iba serió mirando al suelo con los brazos cruzados, luego de una cuadra él se animo a hablar.
-¿Te pasa algo? –me pregunto.
-No, es que… le has agradado a mis padres –le dije con una sonrisa.
-¿Es bueno? –me pregunto algo dudoso.
-Claro cariño –le dije y él sonrió.
-¿Cuándo se lo dirás? –me pregunto.
-No lo sé –admití-
-Siempre estaré contigo ¿vale? –me dijo con una sonrisa y me acerque a él para darle un beso.
-y yo contigo –le dije en susurro mientras él me sujetaba de la mano.
Nos quedamos callados, caminábamos sujetos de la mano. Lo veía a él que no sonreía, solo miraba al camino y de vez en cuando me miraba de reojo.
-Ahora a ti, ¿te pasa algo? –me animé a preguntarle.
-Tengo que ir a Los Angeles –me dijo serió mientras me miraba.