Punto de vista Vegetta777
—Vegetta abróchate el abrigo hombre -dijo Willy molesto tomando los botones de mi abrigo para después cerrarlos uno por uno.
—Quien se debería abrigar eres tú Willy -puse mi mano en su cabello para despeinarle un poco- que ya hasta te has resfriado.
Willy y yo estábamos en el acuario de Atlanta que si no me equivoco es el más grande del mundo. Después de aquel beso de hace unas semanas comenzamos a hablar aún más y aquí estábamos nosotros dos, solos en Atlanta. Guarde mi móvil y fui hacía donde estaba Willy. El se encontraba distraído mirando los pingüinos que estaban fuera del agua; lo malo de que podías tocar a los animales era que solo te dejaban tocarlos con dos dedos solamente.
— ¿No has visto a trotu? -bromee para molestarlo. No habíamos visto ninguna tortuga fuera del agua para tocarla en todo el recorrido que habíamos dado por el acuario.
Al terminar nuestro recorrido fuimos a una última parte que era un estanque enorme con diferentes tipos de peses. Las personas se acercaban bastante al vidrio para tomar fotos con sus móviles, cámaras, DS etc… Era una escena bastante linda, ver como las familias se quedaban asombradas por ver a tantos peces juntos y las reacciones de los niños al ver que los pequeños peses se les acercaban al cristal de vez en cuando. Willy se había acercado para tomar una última foto y así lo hizo mientras yo lo observaba a un lado suyo. Me encantaba verlo tan feliz como se le veía el día de hoy, ojala así fuesen todos los días.
Al llegar al hotel después de mirar la final del torneo de Smite Willy decidió venir conmigo para después irnos a comer. Cerré la puerta de mi habitación, corrí hasta la cama para sentarme y con mis manos comencé a frotar mis brazos para darme algo de calor.
— ¿Y qué, echamos una partidilla en el Smite?
—Sí, claro.
Willy encendió su PC junto con la mía. Tenía la PC de Willy en mi habitación ya que el día anterior también nos habíamos quedado jugando en mi habitación al Smite, he ahí la razón de mis ojeras. Él se había quedado dormido así que tuve que llevarlo hasta su habitación, no quería que despertara incomodo el chiquillo. Me levante de la cama, abrí mi cuenta de Smite y comenzamos a jugar. Primera partida “victoria”, segunda partida “victoria” y la tercera fue igual. Jugando se nos había ido el tiempo volando y ya eran las 8 de la noche, no habíamos ido a comer a ningún sitio.
—Willy tío ¿no vas a cenar? -pregunte antes de que saliera para dirigirse a su habitación.
—No sé ¿Tú iras?
—Sí.
Fuimos a cenar algo cerca del hotel en donde nos encontrábamos, cenamos algo ligero mientras charlábamos o comentábamos sobre el torneo de Smite, la comida, el vuelo que nos llevaría de vuelta a nuestra casa, entre otras cosas. Yo pague la comida de los dos y nos volvimos de nuevo al hotel.
—Corre Willy, hace bastante frío -grite rebasándolo para llegar a la habitación antes que él. Subimos las escaleras lo más rápido que pudimos y conseguimos llegar hasta la puerta de su habitación. Lo acompañe para dejarlo en la entrada ya que no quería que le pasara nada aun que sabía perfectamente que no le iba a suceder nada malo pero era un buen gesto.
—Bueno te dejo aquí, buenas noches Willy descansa -le sonreí y di media vuelta para irme a mi cuarto. Me sostuvo de la mano impidiendo ir a mi habitación y solo volteé a mirarlo extrañado- Willy ¿Qué haces tío? -pregunté sorprendido que a la vez confundido. Me tomo de la mano correctamente y entrelazó sus dedos con los míos dejando que su mano y la mía encajaran como lo hacíamos antes.