Narra Willy
-No creo que sea gran idea, Alex. Acabamos de llegar a Madrid y quiero descansar, no me siento bien.
-¡Con más razón! Necesitas despejarte, Willy. Vamos, cenamos algo y luego nos vamos al cine. Será un rato.
Suspire resignado y cerré levemente los ojos.
-¿Pasas por mí a las ocho? -conteste y sentí como él contestaba feliz:
-¡Sí! Claro. Nos vemos en unas horas Willy -dijo sin más para después colgar.
Volví a suspirar mientras sujetaba nuevamente mi maleta para entrar a mi casa.
-¿Hola? -llame esperando respuesta.
-¡Guille! -escuche un grito que provenía de arriba y note como Karol bajaba corriendo las escaleras para tirarse encima mía abrazándome.
-Karo -conteste feliz mientras la abrazaba con fuerza.- Te extrañe muchísimo -confesé.
-Y yo a ti. ¿Por qué no me dijiste que hoy vendrías? -pregunto separándose un poco.
-Quería dar una sorpresa -conteste con una sonrisa.- Te he traído algo -le dije y ella me miro ilusionada.
-¿Qué cosa? -pregunto. Coloque mi maleta en el sillón para abrirla y sacar de ella una bolsa. -Espero que te guste -dije mientras le entregaba la bolsa y ella lo abría ilusionada.
-Jope Willy, me encanta -contesto ilusionada mirando el peluche que le traje.- ¡Gracias! -dijo para volver a abrazarme.-
-Iré a descansar -dije mirándola con una sonrisa.
-Vale, claro.
-Luego quiero que me toques una canción, ¿sí?
-Claro -contesto.
Me dirigí a mi habitación y me acosté en mi cama. Me coloque de lado mirando hacia la pared. Lo extrañaba, demasiado. Después de aquella discusión, no hemos hablado si no fuese para grabar; todos estos días me plantee perder mi dignidad y pedirle las disculpas, me arrepentía completamente de haberle dicho: “Vale, terminamos”, ¿por qué no haberle dicho un “arreglemos esto” o tan sólo “acepto tus celos porque te amo”? Pero no, por mi puto orgullo hice que nuestra relación terminara. Cada vez que iba y me ponía al frente de el para hablar así solucionábamos todo, me quedaba perdido en sus ojos quedándome sin habla y que no pudiese decir nada, el solamente me miraba para después irse. Siempre me quedaba quieto, sin detenerlo y viendo como él se iba al frente de mis ojos.
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Agarre mi móvil mirándolo, ¿le debía escribir o no? Tome el mayor aire posible y le escribí: “¡Hola! ¿Qué tal has llegado?"
Solté todo el aire y deje mi móvil debajo de mi almohada para después cerrar los ojos dispuesto a dormir. En cuanto cerré los ojos, mi móvil sonó y lo mire rápido: “Bien, estoy ocupado. Luego hablamos". Preferí no responder y deje el móvil al lado de mi cama en el suelo. Abrace con fuerza la almohada imaginando que era él.
-Te extraño demasiado, Samuel -dije en murmuro mientras las lágrimas se deslizaban por mi mejilla.
Cerré los ojos para intentar dormir y a los minutos lo conseguí.
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-¡Joder Guillermo! -escuche un grito y me desperté sobresaltado- ¿por qué sigues durmiendo? Tronco, agradece que te he buscao' quince minutos antes.
-Alex, no estoy de humor -dije mientras volvía a abrazar la almohada dándole la espalda.
-¿Qué piensas hacer todo el viaje? Estar aquí, tirado, llorando por él, sufriendo mientras él es feliz, saliendo con amigos pasando de ti.