Cambio de vida por un mordisco

#2.

     " Capitulo anterior "

     ____ - Soy una chica Kendo y a las chicas no les gusta esas cosas - Hazel empezó a toser llamando la atención - ¡ah claro! excepto a Hazel...

     

     " Continúa... "

     

     "Pov ____"

     Llegué a casa tras la escuela y parecía desierta, me extrañó porque nunca era así y llamé a mamá a gritos sin recibir respuesta. Fui hasta la cocina y en la nevera vi una nota que decía "Cariño, feliz cumpleaños. Siento muchísimo no estar ahí contigo pero tuvimos que llevar a Riley a New York por unas pruebas. Te adoro. Mamá" Genial, era mi cumpleaños y mi familia no estaría conmigo. Subí a mi habitación y encontré un paquete encima de mi cama... enseguida lo abrí y vi un teléfono móvil (el que llevaba meses pidiéndoles) y un vestido rojo con adornos en negro que me encantaba y le había dicho a mi madre que quería. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro. Entré al baño y me di una ducha y me puse aquel vestido, junto con unas zapatillas negras y dejé mi rizado cabello al aire, recogido en una coleta baja. Mi cabello era de lo más rebelde y llegaba hasta el final de mi espalda. Bajé al salón y esperé a que mis amigos llegaran y lo hicieron en pocos minutos. Kendall traía su coche, un deportivo rojo que aún olía a nuevo ya que fue el regalo de sus padres por su cumpleaños. Riley ocupaba el asiento del copiloto por lo que subí detrás. Sin decir nada Kendo empezó a conducir hasta llegar a una casa abandonada en el bosque. Estaba escondida entre grandes árboles y arbustos y apenas se podía ver, reconozco que me dio bastante miedo. Hazel cogió algo de su bolsa y abrió la puerta sin ningún problema.

     - ¿Seguro no fuiste ladrona de casas en otra vida? No he visto a nadie que se le de tan bien abrir puertas como a ti.

     Hazel - Jajaj adoro las películas de cacos y es una pasada lo que se aprende de ellas...

     Kendall - ¡Esa es mi ruda amiga! jajaj - al estar la puerta abierta se hizo a un lado - señoritas, después de ustedes - dejándonos pasar.

     - ¿Y de qué conocéis este lugar eh? - pregunté entrando tras Hazel.

     Kendall - Lo encontré una noche que estaba por aquí con mis hermanos. Luego busqué información sobre este lugar en la biblioteca de la ciudad y descubrí cosas alucinantes.

     Hazel - Deja de hablar Kendo o la asustarás.

     - ¿Qué descubriste? ¿acaso alguien murió aquí o qué? - intentaba relajarme soltando aquella broma pero los dos se quedaron serios mirándome - chicos era broma...

     Kendall - En realidad dicen que esta casa está maldita o algo así, todas las personas que han vivido aquí no se las ha vuelto a ver jamás y ésto se remonta a unos doscientos años atrás.

     - ¿Y por qué demonios me habéis traído aquí entonces? ¿queréis que sufra algún paro cardíaco por el miedo que siento ahora mismo?

     Hazel - ____ todo eso son habladurías seguro, aquí no pasó nada - en eso un fuerte ruido se escuchó a escasos metros de donde estábamos nosotros.