#15.

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     " Capitulo anterior "

     

     Vincent - Conseguir el máximo de soldados para que él vuelva a la vida...

     

     " Continúa... "

     

     "Pov Logan"

     En la actualidad...
     Pues así pasé estos últimos 200 años, creando vampiros para poder formar aquel maldito ejército, no podía negarme o el que se hacía llamar mi padre me castigaba con diferentes castigos físicos. Se que no podía morir pero el dolor que me causaba era indescriptible. Mi madre se había convertido en la suma reina de todo aquello y como echaba de menos tener a alguien pequeño a su cargo "creó" a Rex, un pequeño de seis años al que convirtió en su pequeño hijo tras asesinar a sus padres. Por suerte el pequeño no recordaba demasiado de su vida pasada y se divertía como cualquier niño de su edad. Así era al menos hasta que tenía sed, entonces se convertía en el ser más sanguinario, todo el mundo se fiaba de él ya que lo veían como un ángel, tez blanca y cabello rubio rizado y con unos ojos azules que hacía que cualquier humano pensara que era un pobre niño perdido y esa era su manera de llevarlos hasta un lugar oscuro y poco transitado y chuparles toda la sangre. Me entristecía mucho cuando eso pasaba, se dice que los vampiros no tenemos sentimientos pero yo no era como los demás. Incluso a espaldas de todos empecé a beber sangre animal, no te daba la misma potencia que la humana pero dentro de mi todavía existía algo de humanidad y era incapaz de morder a una persona, ésto me pasa desde hace como unos cincuenta años... hasta que la vi. Aquella chica de largo cabello y mejillas sonrojadas hizo que algo en mi despertara de golpe, quería tenerla, morderla y hacerla mi compañera para toda la eternidad. La observaba tras los retratos de mi casa, pero creo que se dio cuenta y huyó despavorida, tenía que conocerla, no se porque pero era así. Cuando vi que salió huyendo con sus amigos y dejó su bolso allí vi mi mundo abierto. Lo agarré sin que ningún otro compañero lo viera y mucho menos Vincent o mamá o incluso Rex. Lo abrí y encontré un teléfono, un monedero y unas llaves, me pareció muy poco comparado con lo que las chicas llevaban pero aún así cogí el teléfono y vi que lo tenía encriptado... aunque parezca raro por la época en que nací me volví un auténtico experto en informática. Como vi que me era difícil acceder lo dejé a un lado. Cogí su monedero y vi que tenía su documento con su domicilio allí... "bueno, lo haré a la vieja usanza" pensé para mi. Apunté sus datos y dejé todo de nuevo en su sitio, salvo el teléfono porque hablaría con un amigo que seguramente sabría desbloquearlo. Volví a mi ataúd y me eché un rato, no mucho porque sabía que aquella niña volvería de nuevo por sus cosas, así que avisé a mi amigo Dustin por si volvía me avisara de inmediato. Como lo temí lo hizo y regresó con sus amigos y uno nuevo que por lo que escuchaba estaba muy puesto en todo lo ocurrido en esta casa... no me gustó nada y lo hubiera mordido en ese mismo instante...

Cambio de vida por un mordiscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora