#97.

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     " Capitulo anterior "

     

     Vincent - Recuerda que no puedes esconderte de mi, te encontraré en cuanto te necesite...

     

     " Continúa... "

     

     "Pov ____"

     Jensen nos esperaba con el coche ya en marcha, abrió la puerta trasera para que Sarah subiera pero ella se echó a un lado y me empujó ligeramente para que fuese yo la que entrase. Una risa tonta se escapó de mi boca al ver como aquella chica hacía esas tonterías por estar cerca de él, aunque fuese por unos minutos mientras él conducía. Él me miró y se le pegó la risa y la cara de Sarah era un poema, estaba colorada de pura rabia y vergüenza por haberla pillado ante tal chiquillada. A Jensen se le cortó la risa de golpe al verle la cara y abrió la puerta del copiloto para que ella subiera. En silencio condujo hasta la ciudad ya que la casa de mis abuelos estaba en una colina. Llegamos al centro comercial donde estaba el supermercado y Sarah se dispuso a entrar, no sin antes intentar inútilmente que el chófer la acompañase.
     

     Sarah - Tengo que comprar varias cosas y seguro que pesan, tendrás que venir a ayudarme Jensen...

     Jensen - ¿Y qué pasa con la señorita?

     Sarah - Ella puede entretenerse por aquí mientras, o ir a tomar un café o a comprarse ropa a alguna tienda cara...

     - Yo no soy ni mucho menos rica... pero ya me voy a pasear que era mi idea inicial. Ya nos veremos.

     Jensen - ¡Espere señorita! seguro que sus abuelos me matan si saben que la dejé sola. Yo la acompaño... nos vemos luego Sarah, utiliza parte del dinero que te dio la señora para volver a casa - la rubia lo miró entre sorprendida y enfadada, pero la peor mirada me la dirigió a mi... genial, ahora ya estaba convencida que me gané una nueva enemiga.

     - Seguro que me odia, no debiste dejarla para acompañarme, me las hubiera apañado sola - le dije al chico cuando ya nos alejamos de Sarah.

     Jensen - ¿A quién te refieres? ¿a Sarah? no te preocupes por ella, tiene ese pronto con las chicas con las que hablo o simplemente me acerco. Le he dicho infinidad de veces que lo nuestro no va a pasar de una simple amistad, no es mi tipo y jamás me jugaría mi puesto de trabajo por un lío de faldas.

     - Pues a la pobre se le nota a leguas que le gustas un montón... me da un poco de pena la verdad.

     Jensen - Que no te la de, puede ser muy cruel si se lo propone... a la última chica con la que salí le ofreció incluso dinero por abandonarme y aceptó. Por suerte eso me mostró la clase de persona que era Donna.

     - Aún así creo que fue mala idea dejarla sola por acompañarme. Me apetecía un rato de tranquilidad y pasear en soledad para aclarar bien mis ideas...

     Jensen - Prefería tu compañía... pareces preocupada ¿puedo ayudarte en algo?

     - No gracias. Es algo muy complicado y de lo que no puedo hablar siquiera...

     Jensen - Como veas... ¿quieres tomar un café? hay un lugar aquí que hacen los mejores capuchinos de la ciudad ¿vamos? - yo asentí - perfecto, está aquí mismo - dijo señalando una pequeña cafetería decorada enteramente como si fuese la época de mi abuela, eso le daba un ambiente familiar y cálido - ¿qué quieres? ¿un capuchino? - volví a asentir - ahora mismo lo traigo.

     - Espera, ya voy yo a buscarlo...

     Jensen - ¿Qué clase de caballero sería yo sí te dejase hacer eso?

Cambio de vida por un mordiscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora