Kagome miraba atentamente los fragmentos que habían podido encontrar en su largo camino hacia completar la perla.
Se sentía triste. Muy triste, era tanta su tristeza que lágrimas desconsoladas salían fuera de sus tormentosos ojos tratando de huir. Una vez más su corazón era roto de todas las maneras posibles. Se sentía mal, por más que intentara que Inuyasha la amara siempre terminaba rota.
Kagome pensaba que todo iba bien, que estaba logrando que Inuyasha la viera como ella, como Kagome, no solo como la reencarnación de Kikyo y una utilidad para completar la perla y con ella su mayor ambición.
Estaba cansada de todo, estaba cansada de Kikyo. No quería sentir esos negativos sentimientos que se estaban agolpando en su interior. No quería sentirse herida porque ella sabía que Inuyasha no la amaba, pero aun así quiso que todo fuera real por lo menos una vez.
Unas hojas crujieron bajo los pies de alguien que conocía bien. Levantó la cabeza mirándolo directamente a los ojos. Inuyasha trató de acercarse, pero ella levantó una mano en su dirección en una clara y silenciosa advertencia.
—Kagome—Inuyasha la vio y temió por un momento, ella no parecía la chica feliz de siempre.
No, no soy ella
No soy quien despertó en ti cosas tan bellas
Dime quién te da el derecho para compararme
No busques en mi
Lo que perdiste
En otra parte.
—Solo... Solo déjame Inuyasha—susurró abatida por la tristeza.
—No quise... Lo siento—el enojo flujo dentro de Kagome. Se levantó y le cruzo la cara en un fuerte impacto de su mano.
—Jamás te lo voy a perdonar—susurró—nunca—repitió.
Tu no me quieres y nunca lo vas hacer
Por el simple hecho de que hay otra mujer.
Kagome escucha aquella canción mirando a Inuyasha sonreírle. Se sentía insegura. ¿Vería en ella a Kikyo? ¿Eso era lo que buscaba? Ella lo amaba demasiado, no le gustaría que Inuyasha pensara eso. Además de que había pasado un largo tiempo sin que Kikyo diera una sola pista de seguir con vida. También estaba el hecho de que Inuyasha se estaba comportando como todo un caballero con ella.
Hay alguien más que te roba el sueño
No sirve de nada que ponga todo mi empeño
Kagome sabía, ella sabía que él seguía enamorado de Kikyo. Pero quería que Inuyasha la mirara, que observara todos los sentimientos buenos que mantenía hacia él.
Le dolía saber que Inuyasha era un falsa, que todo lo vivido era solo una falsa.
Eres (eres)
Del pasado esclavo
Conmigo no vale que un clavo saca a otro clavo
No puedo luchar por ti, pero me arriesgaría a lastimarme más y tal vez nada lograría
Dame una buena razón para quedarme aquí
Si nada cambiaría lo que siento es por mi
Si tuvieras la iniciativa tal vez fuera distinto.
Kagome dejó por un tiempo eso, pero luego llegó hacia ella los sentimientos negativos. Inuyasha hace una semana se comportaba de manera distante, llegaba tarde y no le decía a nadie a donde iba. Las cosas entre ellos iban algo tensas, todos se dieron cuenta de ello, pero nadie comentó nada.