Mis amores, sé que hay pedidos que no he hecho, pero es porque se pierden en los comentarios y no los veo. Ando con el mundo de para para arriba, me disculpo con las personas que tienen mucho tiempo esperando su pedido. Pero soy humana y se me olvidan algunas cosas.
Dicho esto, disfruten ❤
Una vez más le dio a reproducir esa canción que tanto le gustaba. Miró la comida y Sesshomaru enarcó una ceja en dirección a la chica de melena oscura que parecía distraída.
—¿Te pasa algo Rin?—ella suspiró mirando a través del cristal. El hombre que más quería la miraba preocupado.
—Nada papá, solo cosas que pienso—murmuró. Claro, las cosas que pensaba era en cierto chico que había desaparecido de su vida hace dos años y que reapareció abriendo la caja de recuerdos que tan intensamente había querido guardar en su interior.
—¿Nos vamos a casa?—ella le sonrió—¿o prefieres irte a tu departamento?—negó.
—La casa está bien para mí—su padre besó la frente de la chica con afecto.
¿Cómo estás?
Hace tiempo que no sé de ti
Me han dicho que has estado bien
Y sé que siempre ha sido así
Kohaku miraba la pantalla de su celular. La imagen de Rin se proyectaba en esta y suspiró cansado.
—Dos años y aún sigues en mis venas como si fueras la sangre que necesito para vivir. ¿Qué demonios haces conmigo Rin?—murmuró sintiendo el vacío en su pecho que solo pareció ser llenado en una época de su vida. Años atrás.
La conoció en un viaje de la universidad, la chica fue tan susceptible a su amabilidad, eran tan hermosa que Kohaku quedó perdido en ella sin una advertencia. Simplemente cayó rendido ante esa chica hermosa que lo enloquecía.
No pasó mucho tiempo para descubrir que Rin se sentía de la misma manera. Fue rápido, sus sentimientos, los de ambos, fue rápido y a ninguno le importó porque hay amores que simplemente florecen de pronto. Y los de ellos fue rápido, fuerte y verdadero.
Yo estoy bien, muy bien, gracias por preguntar
Me ha ido cada vez mejor
Y todo empieza a caminar
¿A quién engaño?
¿Qué estoy haciendo?
Cómo te extraño
Me estoy mintiendo
Rin ignoró el mensaje de su novio pidiéndole explicaciones de por qué estaba tan distante de él. Ella solo buscó el álbum que tanto quería ocultarle al mundo. Lo abrió mirando las fotos de cuando amaba libremente sin sentir aquel dolor que atravesaba su pecho. Ella reía y se veía tan feliz al lado de Kohaku. Una lágrima bajo por sus mejillas. Ella lo amó realmente. ¿Cómo terminaron de aquella manera? Él simplemente la lastimó al no confiar en ella. No confió y a pesar de que Rin lo amaba como jamás pensó amar a alguien.
No es cierto
Si ya no puedo con este desierto
Si se quedó mi corazón abierto
Yo no te he olvidado, amor
Lo siento
Yo ya no entiendo para qué te miento
