Kagome suspiró y miró sus manos, antes de levantar la mirada al cielo y sonrojarse de manera tierna. Sango a su lado la miró con rareza y Shippo por igual.
Los latidos del corazón de la joven eran cada vez más rápidos, algo que el Hanyou a unos metros de ella, se dio cuenta. La observó y ocultó la pequeña sonrisa que quería atravesar sus labios.
Con el aparato en mano esa noche Kagome cerró los ojos y puso los auriculares en sus oídos escuchando la canción que comenzaba a reproducirse.
Oh, va a comprarme una espina antes de comprarme una rosa
Estar cubierta de tierra antes de estar cubierta en oro
Lo está probando, sí, me está molestando
Di lo que quieras, pero nunca me lo dirás
Porque estoy enamorado de un monstruo
Mis amigos dicen que soy estúpida y que he perdido la cabeza
Pero sin ti, chico, estaría aburrida todo el tiempo
No, realmente no me importa tener la misma conversación
Una vez más se sonrojó. Como olvidar lo ocurrido la noche anterior. Inuyasha y ella, un beso candente. Sintió como todo su cuerpo vibraba de solo recordar como las manos de Inuyasha tocaron su cuerpo. Abrió un ojo mirando y vio que sus amigos dormían y que, al parecer, Inuyasha igual.
Se quedó mirándolo un largo rato hasta que él abrió los ojos sacando desde lo más profundo de la garganta de la chica un grito atemorizado. Todos los se levantaron en alerta pensando que era el enemigo.
—¿Qué pasa Kagome?—preguntó Sango mirando a su amiga.
—Na-nada... Solo... Un insecto—murmuró con las mejillas rojas.
—Oh, si quieres te acompaño a dar una vuelta para que despejes la mente—dijo Sango, recordaba que su amiga odiaba los insectos.
—Descuida, puedo ir sola—le regaló una sonrisa y se alejó.
Tengo todo lo que necesito y prefiero estar persiguiendo
Cazar amor, con un monstruo
—Kagome—la joven saltó en su lugar al escuchar su nombre en una voz cantarina. Giró y vio a Inuyasha cruzado de brazos con la misma sonrisa divertida de la noche anterior.
—Oh, Inuyasha—¿por qué se sentía como un cordero asustado? Joder, era solamente Inuyasha.
Inuyasha y sus besos candentes
No. No. No. Lo de la noche anterior fue un error que no volvería a cometer.
Estoy enamorada (enamorada)
Estoy enamorada (enamorada)
Estoy enamorada de un monstruo
Estoy enamorada (enamorada)
Estoy enamorada (enamorada)
Estoy enamorada de un monstruo
Estoy enamorada de un monstruo
—Inuyasha... Qué bueno verte... Tan bien como siempre—murmuró. El peli plata dio unos pasos haciendo que la joven retrocediera. Joder.
Lo último que quería Kagome era perder contra él, pero estaba claro algo.
