Dedicado a:
isa210604
Con el último grito de la moda en su vestido y haciendo que todos los ojos del lugar la miren por la manera de caminar, de modelar ese hermoso vestido, Rin capturaba miradas y eso le encantaba. Ella no fingía en ser humilde, era hermosa y le gustaba la atención, eso la hacía sentir poderosa.
De vez en cuando pienso en cuando estábamos juntos,
como cuando dijiste
que te sentías tan feliz que podrías morir.
Me dije a mí mismo que eras adecuada para mí,
pero me sentía tan solo en tu compañía,
pero eso era amor y esto es un dolor que todavía recuerdo.
Inuyasha miró sobre su hombro y abrió los ojos como platos. Miró a su novia quien también había visto a la chica. La misma Rin que hace un año había cortado la relación con Sesshomaru, el mismo chico que ahora bebía de una copa hablando con algunos conocidos.
—Mierda Kagome, él no puede verla—dijo el joven a su novia en el oído.
—Algo se nos tiene que ocurrir, mierda, ella camina hacia él—murmuró la joven alarmada.
Ninguno sabía realmente lo que había pasado para que esos dos chicos se detestaran tanto que se evitaran en cualquier evento social. Ambos eran el foco de una cámara, ella siendo una modelo y él siendo un empresario, si, nadie sabía, ni sus familiares, la verdadera razón por la cual dos personas que parecían querer bajarse el mundo ahora parecían dos enemigos. Y eso que quedaron en ser amigos y en todas las entrevistas eso se dijo.
Puedes hacerte adicto a cierta clase de tristeza,
como resignarte al final,
siempre el final.
Así que cuando nos dimos cuenta que no teníamos sentido,
bueno, dijiste que todavía podíamos ser amigos,
pero admitiré que me alegré de que se acabara.
—Buenas noches caballeros—con su usual carisma Rin llegó a ellos con una espectacular sonrisa. Sesshomaru giró para verla, mirándola como si nada, como si ella luego de romper y quedar como amigos cambiara de teléfono y desapareciera.
Rin seguía igual de hermosa, como la recordaba. Su cabello largo ahora llegaba a la altura de sus hombros. Un sencillo escote en sus pechos y un ajustado vestido era lo que causaba ser el centro de atención. Ambos se estudiaron con la mirada.
—Rin—murmuró por fin Sesshomaru y ella amplió su sonrisa.
—Con permiso Sesshomaru ya me llaman, un placer señorita—el joven se alejó y dejo a la pareja de ex mirarse de manera desafiante.
Pero no tenías que cortar todos los lazos conmigo,
hacer como que nunca ha pasado,
y que no fuimos nada,
y ni siquiera necesito tu amor,
pero me tratas como a un extraño,
y eso resulta tan duro,
no, no tenías que caer tan bajo (stoop),
hacer que tus amigos recojan tus discos