Pedido por
DomnicaRosas
Kagome miraba disimuladamente a ese ser, ese que tenía todas las fantasías hechas un lio en su mente. Respiró y trató de solo dejarlo pasar. Miró al frente donde su esposo realizaba el discurso gracias al aniversario de su empresa. Kagome llevaba un hermoso vestido negro, su cuerpo se veía impresionante en aquella tela que realzaba su belleza, esa por la que más de un hombre caía. Aunque ella quería algo más demostrativo, gracias a los celos de su marido, solo usó ese.
Tomó un poco de vino que descansaba encima de aquella mesa muy bien decorada. El mantel azul oscuro le daba un toque elegante que la tenían fascinada.
Naraku terminó su discurso y todos prosiguieron a aplaudirle, Kagome tan alocada como siempre se levantó y le planto un beso en los labios causando que todos griten y ellos sonrían. Naraku es muy guapo, era el hombre que ella siempre soñó y el hombre que ella ama. O por lo menos eso quiere creer.
—Felicidades, hermano—el mejor amigo de Naraku aparece ante la vista de la azabache quien se tensa de inmediato. Inuyasha aparece con una sonrisa y abraza a su amigo guiñándole un ojo a Kagome quien solo toma la copa y bebe un poco más del vino elegante que disgusta—¿Cómo está la mujer más hermosa de la fiesta?—pregunta Inuyasha a Kagome sin llegar a sonar coqueto. Naraku sonríe y Kagome también.
—Disfrutando de los logros de mi gran esposo—Naraku deja un casto beso en los labios de Kagome.
—Iré a recibir las felicitaciones, con permiso—ambos asienten viendo cómo se aleja el hombre que ambos quieren. Porque a pesar de todo Inuyasha lo ve como un hermano.
En toda la velada solo se escucharon suaves melodías hasta que sonó una que hizo sonreír a Kagome. Ella niega lentamente mientras se levanta de la mesa.
Tu eres mi tentación
Y aunque yo sé que no es correcto
Aferrarme a esto que siento Nos envuelve la pasión
Es que el deseo nos llama Uuuuh Y no aguantamos las ganas.
Kagome camina lejos de la multitud, lejos de su esposo. El lugar de la celebración es en uno de los hoteles más lujosos del país. Ella caminaba con la copa de champán en la mano.
—Cariño—la voz de Naraku la detuvo. La música le gustaba, sonaba como ella, alocada, peligrosa y movida.
Estamos en un juego prohibido girl
Jugando con fuego bebe
Y yo no sé lo que voy a hacer Porque él es mi amigo
Y tu su mujer
En un juego prohibido girl Jugando con fuego bebe
Y yo no sé lo que voy a hacer Porque él es mi amigo
Y tu su mujer Oh oh oh Oh oh oh
Jugamos un juego prohibido girl
Oh oh oh Oh oh o
Jugamos un juego prohibido girl
La música movida solo causo que quiera bailar.
—¿Bailamos?—pregunta ella haciendo un puchero hermoso.
—Sabes que no bailo este tipo de música—responde Naraku mirándola con rostro serio.
—¿Entonces?—pregunta ella triste—yo quiero bailarla—Naraku resopla y con la mirada llama a su amigo quien viene feliz.
