Epiphany

364 25 3
                                    

Bankotsu miró con gesto extraño a la azabache que caminaba de mano de un hombre que desconocía con una sonrisa en esos lindos labios. Ella parecía contenta, o eso daba a entender la mirada de alegría y la sonrisa en sus labios. Algo en el interior de Bankotsu se removió al verla después de tanto tiempo. ¿Cómo podría él olvidarla?

Es tan extraño

Pero estoy seguro de que te amé muchísimo (te amé muchísimo)

Me adapté a ti aceptándolo todo, queriendo vivir solo para ti

Pero mientras siga haciendo eso, simplemente

No podré soportar la tormenta que hay en mi corazón

Tengo que mostrar el verdadero yo, que se oculta detrás de una máscara sonriente

Bankotsu negó sonriendo, sabiendo que ella sería la única mujer que amaría durante toda su vida. De alguna manera Kagome conoció la parte que nunca le había mostrado a nadie, no le importó navegar en las inseguridades de él para hacerlo flotar hacia un mundo donde se sintiese mejor consigo mismo.

La conoció cuando su novia de aquel entonces lo había dejado. Mojándose bajo la lluvia sentado en un columpio de un parque Kagome se acercó a él, aún no sabía si ella era estúpida o tenía mucha curiosidad por saber que hacia él allí como un perro abandonado. Ella, se veía bonita con su cabello trenzado haciendo que su rostro luciera más dulce, simplemente se ofreció a ayudarlo sin conocerlo, así de bonito era su interior.

Soy yo al que debería amar en este mundo

Iluminando preciosamente mi alma

Finalmente me di cuenta que me amo

No tan perfectamente, pero si tan hermosamente

Soy yo al que debería amar

Inseguridades.

Esa fue la relación que tuvo por dos años, fingiendo algo que no era, midiendo los pasos que daba porque creyó amar a una mujer que luego de hacerlo inseguro con todo lo que hacía, lo dejó por otro.

Con su sonrisa, con sus dedicaciones, con sus palabras, con su dulzura Kagome poco a poco lo fue ayudando. Bankotsu pensaba que ella estaba allí por lastima, pero lo que él no sabía era que ella miraba un hombre diferente al que él veía. Veía sonrisas, veía un loco hombre que quisiera explotar el mundo con su emoción. A Kagome le gustaba cuando el habla de lo que le gustaba, se sentía emocionada cuando él hablaba sin tantear el terreno, viéndose natural. Le gustaba que él avanzara con o sin ella. Porque poco a poco ella comenzó a quererlo.

Estoy temblando y tengo miedo, pero camino hacia adelante

Estoy conociendo al verdadero yo, que se esconde en la tormenta

¿Por qué quise esconder mi precioso yo así?

¿De qué tenía tanto miedo? ¿Por qué oculté mi verdadero yo?

Bankotsu no pensó que ella volvería. Hace un mes escuchó que Kagome se había marchado del país. Fue esa la razón por la cual aceptó ir a la fiesta sorpresa de su mejor amiga. Sango. Ahora que ella era sostenida por otra mano se dio cuenta de que en sus planes no estaba enamorarse de Kagome, pero pasó. Se enamoró de esa dulce chica.

Giró en busca de una copa sin saber que una mirada dolida era dirigida hacia él por la distancia. Kagome besó la mejilla de Inuyasha, un buen amigo que había hecho en Londres.

One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora