Oops

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Kagome miraba la masa de jóvenes bailar sin control. No conocía ni a la primera parte de todos ellos, pero su mejor amigo había decidido celebrar en grande su cumpleaños número dieciocho. Se bebió de un trago el alcohol que permanecía aun en su vaso e hizo una mueca cuando el sabor amargo bajo lentamente por su garganta.

Visualizo a su mejor amigo bailar con Kikyo la chica más hermosa del instituto y su ex novia. Claro, ellos siempre se dejaban y volvían. Kagome decidió olvidarse de todo y beber sin control.

Una hora más tarde estaba saltando al lado de su mejor amigo mientras gritaba cosas sin sentido, solo se sentía lo suficientemente feliz como para pensar en los problemas que esta fiesta le podría ocasionar. Sus padres estaban de viaje así que no debía preocuparse por ellos ahora, pero sabia que su nana Kaede les diría todo.

****

Kagome abrió los ojos sintiendo como todo le daba vueltas. Miro a su lado y abrió los ojos como platos. Kagome encontró a su mejor amigo desnudo a su lado, ella también lo estaba.

—¡Inuyasha!—él mencionado abrió los ojos desorientado, pero al ver que ambos estaban sin ropa y en la misma cama, saco todas las conclusiones.

—¡Oh no!—el grito de Inuyasha fue fuerte mientras con la resaca que tenía se ponía su ropa y huía de ese lugar donde dejo a su mejor amiga desnuda en su cama.

***

Oops mi bebé, te levantaste en mi cama
Oops rompimos, estamos mejor como amigos
Ahora accidentalmente te necesito, no se que hacer
Oops bebé te quiero

Kagome escuchaba esa canción en algún lugar y cerro los ojos. Hace una semana que evitaba a toda costa a Inuyasha, ya que recordó lo que paso esa noche y quería que se repita. Quería a Inuyasha como algo más que su mejor amigo, pero sabía que él solo la vía de ese modo.

El maestro de química decía cosas sin sentido mientras ella distraídamente mordía su lápiz. Suspiro como toda adolescente enamorada, no, abrió los ojos. No, ella no podía, no debía, pero sabía que tal vez se enamoro de su mejor amigo.

Salió cuando la campana sonó y fue a su casillero, lo abrió y saco los libros que necesitaba para la siguiente clase. Dio un salto al ver a Inuyasha parado frente a ella.

—¿Qué pasa contigo?—pregunto indignado—¿por qué me evitas?—las manos de Kagome comenzaron a sudar mientras una tensa sonrisa se alojaba en sus labios.

—No te evito—dijo como excusa a su comportamiento.

—¿Ah no?—pregunto con tono irónico Inuyasha—¿cómo se le llama ahora?—pregunto enojado. Se ve tan guapo enojado. Pensó Kagome mordiendo su labio inferior .

Comenzó con "¿qué pasa contigo?"
Me mentí y me encontré contigo
Si, si, no se que hacer
Tengo esos sentimientos como si no fuera nada nuevo
Ahora no puedo tener suficiente de ti.

Inuyasha miraba a Kagome molesto, recordaba todo lo que pasó esa noche. En como poseía a la azabache que desde niña fue su mejor amiga. No podía aunque le ordenara a su mente que olvidase ese momento, no lo hacía. Era como una repetición y él quería hacer realidad nuevamente.

Kagome también recordaba, pero se hacía como si no, no quería arruinar más la relación con Inuyasha. Sin embargo deseaba que la tocara de nuevo.

Y cuando pienso sobre la manera que tocas mi cuerpo
No sé cuanto puedo esperar
Y cuando pienso sobre la manera que tocas mi cuerpo
Esto podría ser mi gran error
Tu me tienes cantando.

La mente sin control de Kagome fue a parar en el momento donde Inuyasha besaba sus pechos, como la hacia sentir mujer. Como sacaba gritos de su interior cada vez que la penetraba. Kagome sintió un calor sobre su cuerpo que jamás había sentido. Su pecho y mejillas se tiñeron de un color rojo. Inuyasha se dijo interiormente que el color de sus mejillas de debía a su pregunta, sin imaginar que eran a sus lujuriosos pensamientos.

—Solo estoy ocupada Inuyasha—dijo Kagome tratando de pasar a su lado, sin embargo él se lo impidió mirándola.

—No dejes que lo arruine—sus ojos conectaron—por favor—Kagome no sabía que decir por lo que como mejor opción que tuvo fue callar.

Oops mi bebé, te levantaste en mi cama
Oops rompimos, estamos mejor como amigos
Ahora accidentalmente te necesito, no se que hacer
Oops bebé te quiero.

Kagome pasó el día pensando y sabiendo que amaba a Inuyasha, y lo más gracioso fue que lo descubrió gracias a una noche loca, su mejor amigo. Vio conversar a Inuyasha con Kikyo y negó. Él jamás se fijaría en ella de esa manera. Para él ella era una hermanita a la cual cuidar. Suspiro y espero al bus dejando de mirar a Inuyasha reír con ella.

Tuvimos un buena carrera
Nos dimos la vuelta y lo pasamos bien
Supongo que perdí a una buena
Porque ahora te echo de menos cada mañana
Te deseo a mi lado bebé.

Inuyasha le sonría a Kikyo, pero solo buscaba en su mente la manera de que Kagome lo aceptara. Estaba loco por su pequeña amiga y ya estaba cansado de ocultarlo. Sonrío recordando su piel, como lo miraba y esas palabras que salieron de sus labios antes de quedarse dormida. Él debía conquistarla.

Y cuando pienso sobre la manera que tocas mi cuerpo
Esto podría ser mi gran error
Tu me tienes cantando.

Días pasaban y Kagome lo evitaba, sentía vergüenza, mucha vergüenza. Los rumores se creaban ya que ver a los inseparables mejores amigos cada uno por su lado era algo sorprendente. Según muchos Kagome se le declaró e Inuyasha rompió su corazón. Inuyasha le ofreció sexo y ella le dejo de hablar. Kagome odia a Kikyo e Inuyasha quería volver con ella.

Todos estos rumores hacían a Kagome reír porque las personas pueden ser verdaderamente fastidiosas.

Oops mi bebé, te levantaste en mi cama
Oops rompimos, estamos mejor como amigos
Ahora accidentalmente te necesito, no se que hacer
Oops bebé te quiero.

Una chica la había invitado a salir  una fiesta por lo cuál se preparaba para ir, se puso un vestido azul eléctrico y unos tacones negros dejando su pelo caer suavemente contra su espalda.

Ahora accidentalmente se que estas enamorado de mi tambien
Oops bebé te quiero.

Estaba bastante nerviosa ya que Inuyasha estaba allí. Lo vio sonríe al grupo de fútbol de donde es él el capitán.

Si fuera por mi
Cogería una maquina del tiempo para el día que dije adios
Así podriamos intentarlo otra vez
Somos más que amigos
No, no me digas adios
Me tienes cantando.

Kagome no creía que esa canción este sonando. Inuyasha la vio y su corazón latió fuertemente. Estaba preciosa y solo sonrío alzando su copa a su dirección. Kagome se sonrojo e inmediatamente se perdió entre la masa de personas que habían en aquella fiesta.

Kagome evito a toda costa a Inuyasha. Unas horas más tarde necesitaba un baño urgente, pero todos estaban ocupados por lo cual Sango, la anfitriona de la fiesta le paso la llave de su habitación para que lo use. Kagome hizo sus necesidades y luego arreglo su maquillaje. Al salir dió un salto, Inuyasha estaba de pie.

Oops mi bebé, te levantaste en mi cama
Oops rompimos, estamos mejor como amigos
Ahora accidentalmente te necesito, no se que hacer
Oops bebé te quiero.

Kagome iba a decir algo, pero el fue más rápido y la beso. Ella sorprendida correspondió.

—No digas nada, solo deja que tus sentimientos te guíen—y salieron de aquella fiesta para que... Oops, Inuyasha amaneciera una vez más en la cama de Kagome.

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