44- Cierre, inocencia y muerte.

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-Amor, ¿segura que estarás bien? -asentí.

-Vete tranquilo a tu viaje, yo puedo cuidarme sola y también a los niños.

-¿No crees que seria buena idea llamar a un niñera? -bufé.

-Amor, por favor, ya te dije que vamos a estar bien y en lugar de estar insistiendo, mejor apresurate o te dejará el avión.

-Está bien, pero si pasa algo, me llamas y yo me regreso, ¿sí? -sonreí.

-Sí, amor -le di un beso-. Pero ya vete, anda, no quiero que llegues tarde por mi culpa.

-Te amo, Vale.

-Yo también te amo -nos dimos otro beso-. Cuídate mucho -tomó su maleta y entró al ascensor-. ¿Quieren jugar? -le pregunté a mis hijos cuando llegué a la sala dónde los tres estaban sentados con sus peluches.

-Shi, mami, uemos -Benja estaba montado en su caballo de peluche y las niñas sentadas a su lado.

-Bien, pero primero voy a traer una galletas, ¿sí?

-¡Shi! Lletas, mami -reí al ver cuanta emoción.

Fui a la cocina, tomé un plato con un dibujo de Ben 10 y puse varias galletas, de chocolate, de fresa, de vainilla y las favoritas de Benja, saladas. Es un niño bastante raro con respecto a lo que come, prefiera las galletas saladas a las de chocolate. Escuché que el ascensor se abrió y de inmediato imaginé que era Mario.

-¿Se te olvidó algo, amor? -pregunté cuándo iba de camino.

-¡Papi! -al escuchar el grito de Benja, me di cuenta que no era Mario.

Rafael estaba parado en la entrada, Benja corrió hacia él y Rafael lo cargó. Se ve algo diferente, tiene el pelo más corto, la barba también, se ve un poco delgado, pero no se ve nada mal.

-Papi, estlane muto -Benja empezó a besar a su papá.

-Yo también te extrañe mucho y te traje unos regalos, ¿quieres verlos?

-Shi, papi, amo donde ebés -señaló hacia la sala y Rafael lo llevó-. Ati papi -ambos se sentaron.

-Api.

-Apa -ambas empezaron a enloquecer.

-¿Cómo están mis niñas? -abrazó y beso a ambas, ellas no perdieron oportunidad para darle besos babosos-. Ya veo que están muy contentas de ver a papi.

-Papi, alos.

-Ya pues -Rafael tomó la bolsa que traía, yo me quedé recostada a ma encimera viendo todo de lejos, dejaré que pase un rato con los niños y luego aclararé algunas cosas con él-. Primero a las bebés, ¿sí?

-Beno.

-Miren mis niñas preciosas -de la bolsa sacó unas muñeca con cabellos de distintos colores-, ¿les gusta bebé?

-Api -Val tomó la muñeca de cabello violeta.

-Apa -Rafael le dio a Vales la muñeca de cabello rosa.

-También les traje estos ojitos y estos conejitos -sacó dos osos, uno blanco y uno café, dos conejos, también blanco y café.

-¿Mi toneo papi?

-Quieto. No empieces, déjame que te dé tus regalos. ¿Te gusta Nemo, verdad?

-Shi, uta, petaito.

-Mira lo que encontré -sacó dos Nemos, una más grande que otro y un pez azúl.

-Nemo, Dody y papi Nemo -tomó sus peluches y los abrazó-. Ustan papi, ashia.

-De nada, mi amor -le lanzó un beso-. Pero eso no es todo, hay algo más.

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