Valentina
-También te amo -susurré cuando ya se había ido.
Sabía que lo único que estaba logrando con eso era hacernos daño a ambos, pero yo no podía permitir que me volviera a ver la cara de idiota, eso no. O era solo mío o nada. Mi celular empezó a sonar, de inmediato lo saqué se no bolsillo para contestar y que no despertara a los niños.
-Hola, Vale, ¿estás en casa? -me preguntó Alejandra.
-Sí, aquí estoy -en cuanto llegué al apartamentos les avisé a Susan y Alejandra que me había cambiado de casa y les conté un poco de lo que pasó.
-Bien, porque estamos aquí abajo.
-Entonces suban -la puerta de el elevador se abrió.
-Aquí estamos -ambas salieron y me abrazaron-. Hola, bebé hermosa -Ale tomó a Vales.
-¿Dónde están Ben y Valery? -Susan vio a todos lados.
-Su papá los dejó dormidos -ambas me vieron.
-¿O sea que todo está bien? -preguntó Susan con una sonrisa.
-No. Ya le dejé claro que no voy a volver con él -Alejandra bufó.
-Vale, yo creo que estás cometiendo un gran error, mi hermano te ama y lo sabes, desde que está contigo y con los niños es el hombre más feliz que hay en el mundo. Él siempre te ha sido fiel, no importa cuantas mujeres se le insinúen, él ni siquiera las vuelve a ver y te lo digo porque en más de una ocasión lo vi.
-Eso es cierto, Rafael es feliz contigo y con los niños -Susan asintió.
-Yo vi las fotos y mi decisión nada la va a cambiar -me senté en el sillón y ellas se sentaron frente a mí-. Sé que me ama y yo a él, pero no puedo perdonar que me haya traicionado.
-¿O sea que no vas a volver con él, ni siquiera que te demuestre que no te fue infiel? -negué.
-No creo que pueda hacer eso.
-Hola -levanté la mirada y vi a Tavo-. El portero me dejó entrar.
-Mi niño -lo abracé-. Que milagro verte aquí.
-¿Es cierto que dejaste a Rafael? -me vio serio.
-Sí, es cierto. ¿Quién te lo dijo?
-Diego -se cruzó de brazos-. ¿Por qué lo hiciste? Ahora él está muy mal, Valentina, no te costaba nada escucharlo.
-¿Desde cuándo ese amor por Rafael? Yo también estoy mal, pero él me engañó, así que esto no es culpa mía.
-Claro que lo es, porque no quisiste escucharlo, Valentina, Rafael te ama -rodeé los ojos.
-¿A eso vinieron todos, a decirme que Rafael me ama? Entiendan que yo vi las fotos en dónde se estaba besando con otras mujeres.
-Valentina, ¿sabes qué? -vi a Tavo-. Ley del hielo para ti. Adiós -dio la vuelta y subió al elevador.
-¿Y este qué? -Susan y Ale se encogieron de hombros-. Bien, Rafael logró quedarse con mi niño.
-Tú te quedaste con los suyos -vi mal a Ale-. No me veas así.
•••
Susan y Alejandra, no estuvieron mucho tiempo pues tenían cosas que hacer, pero estaba segura que ambas iban a buscar a Rafael, todos estaban preocupados por él, ¿y yo qué? A la que engañaron fue a mí, pero todos se solidarizaron con el infiel. Tomé las bolsas que hacía un momento me trajeron y las dejé sobre la encimera para acomodar todo. A penas llevábamos un día ahí y ya sentía lo difícil que era cuidar a tres niños y hacer todo en la casa, todo el día. Antes sólo estábamos solos por la mañana, pues Rafael la mayor parte del tiempo volvía a la hora del almuerzo y él los cuidaba, pero ahora estaba sola.
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Dispuesto a Todo
AçãoUn enemigo del pasado ha regresado dispuesto a acabar con Rafael, cuyo objetivo principal es: separar a Rafael y a Valentina. Para Rafael, la familia es primero y perderla será suficiente para destruirlo. ¿Qué tanto estará dispuesto a hacer Rafael...