67- Primera noche juntos.

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Rafael

Efrén y yo estábamos sacando unas cuentas, en la bodega, los muchachos eso que distribuían droga de otro en nuestro territorio, ahora distribuyen la nuestra y necesitábamos aclarar algunas cuentas. El tipo que les distribuía antes ya está muerto y después de cortarle la cabeza, se la mandamos como advertencia a su jefe, sólo espero que hayan aprendido la lección, no me gusta ser tan violento.

-Como todas las cuentas cuadran, les daremos más mercancía, porque hasta el momento no nos han fallado -Efrén tomó dos paquetes de coca y tres de marihuana-. Como siempre, hagan paquetes pequeños y a venderla -le dio todo a Ferchi, el líder.

-Entonces nos vemos hasta la próxima, voy a ir a empacar esto -asentimos y se fue.

-Son buenos muchachos -vi a Efrén y fruncí el ceño.

-¿Quieres adoptar a uno?

-No. Yo estoy trabajando en hacer los míos propios.

-¿Osea que ya tienes mujer, reputo? -lo golpeé en el brazo.

-No oficialmente, porque me salió rejega la condenada -sonrío.

-¿Dónde la conociste? ¿Desde cuándo sales con ella?

-La conocí cuando me agarró la policía.

-¿Ella también esta presa?

-No. Ella es policía, es del grupo ese que nos contaron que no se venden y no se cuanta pendeja.

-¡Whoau! Que nivel, reputo. Pero eres bien estúpido, ¿qué tal si esto es una trampa?

-En la cama no parece que sea una trampa -le di un golpe con mi puño en la pierna.

-Los caballeros no tenemos memoria, reputo.

-Así, perdón -bufó-. Le gustó y mucho, porque a pesar de algunos problemas que hemos tenido, siempre me busca y por supuesto que a mí también me gusta, es más me encanta.

-Te estás metiendo a la boca del lobo -ladeé mi cabeza.

-No estoy enamorado, mientras ella no me demuestre que me quiere o algo que me dé suficiente confianza, evitaré enamorarme.

-Eso espero, porque si caes tú, caemos todos -me puse de pie-. Vamos a comer, porque después debo ir a la casa para hacer mi maleta, cambiarme e ir a casa de Leslie, me dijo que llegará en la noche que quiete despedirse de mí.

-Huele a noche de pasión -se levantó y me empujó.

-No creo, en este tiempo no hemos hecho nada -me encogí de hombros.

-¿Es en serio? -asentí-. Pobrecito, me das lástima.

-No estés jodiendo y ya muévete que tengo hambre -lo empuje hasta la salida.

***

Estaba sentado en la sala jugando videojuegos con Tavo y Diego, mientras daba la hora para irme a buscar a Leslie. Era un juego de carros en el que no le podía ganar a ninguno de los dos, porque los pendejos se la pasan más tiempo jugando que estudiando.

-¡Gané! -Tavo di un salto a mi lado-. Por quinta vez.

-Ahora yo contra ti, Rafa -Tavo le dio el control a Diego.

-No, a la verga, ya no juego -lancé el control a la mesa- ustedes hacen trampa.

-Tú no sabes jugar, pa' -Tavo me señaló.

-Eso es cierto -vi a Diego y asintió.

-Jodanse, putos, yo ya me voy -me levanté del sofá y caminé a la salida.

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