58- Mentira y sopresa.

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Ya llevo tres semanas con las terapias y cada día puedo moverme más, no era broma lo de que en un mes estaría bien, también con cada día que pasa, Leslie y yo nos volvemos más cercanos, razón por la que Tavo y todos piensan que entre ella y yo podría haber algo más que una amistad. Para ser sincero, después de todo lo que ella ha hecho por mí, no sólo por las terapias físicas, sino con las terapias del corazón, me encantaría que pudiéramos ser algo más.

-Levanta más las piernas -me indicó Leslie mientras caminábamos por la alberca-. Rafael, más.

-Tengo frío, Les -estaba sin camisa y en short.

-Siempre pones pretextos, pero está bien, sólo porque yo también tengo frío.

-Sino aquí me dejas, ¿verdad?

-Sí, hasta la comida -con su dedo me dio un golpecito en la nariz-. Ya vámonos -me ayudó a salir y nos sentamos en el borde.

-Les -me vio.

-¿Qué? -sonrió.

-Nada, sólo quería que me vieras.

-¿Y eso para...? -le di un beso en los labios-. Ya sé para que -con ambas manos tomó mi cara y me besó.

-Les, me gustas mucho y lo digo en serio.

-Ya me había dado cuenta de eso -levanté ambas cejas-. También me gustas Rafael.

-¿Te gustaría que intentaramos algo? No sé, ¿te gustaría ser mi novia?

-Jamás me imaginé que dirías eso, te escuchaste tan cursi.

-No mates este momento.

-Está bien. Volviendo a la pregunta, sí, acepto ser tu novia -la besé.

-¿Ahora que somos novios me trataras con delicadeza a la hora de las terapias? -bromeé.

-Por supuesto que no, ahora que eres mi novio, con mucha más razón seré el doble de estricta -eché mi cabeza atrás-. Con la diferencia que ahora por cada ejercicio y avance que hagas, te daré muchos besos.

-Eso me gusta -me dio un pequeño beso.

-Voy por mi celular, para nuestra selfie de novios -se puso de pie.

A Leslie le gusta tonar fotos de todo, el día que tuvimos la primera terapia, al termina nos tomamos una selfie, el día que me paré por primera vez desde el disparo, también. Cada cosa que hace, tiene que ir acompañada se una selfie y no es que esté adicta a ellas, es sólo que le gusta guarda los recuerdos así.
-Sonríe -vi hacia la cámara y sonreí.

***

-Siéntate ahí -mi hermana señaló la silla y ni siquiera me moví-. Rafael, haz lo que te dije -levanté y negué.

-Rafael, no seas marica siéntate -vi a Diego con los ojos entrecerrados-. O no lo hagas.

-No estés de puto, ya me quiero ir de aquí, así que siéntate en la maldita silla -me gritó Sheko, pero lo ignoré.

-Rafael, deja el drama y siéntate, maricón -le saqué el dedo medio a Efrén.

-A ver pa' o te sientas o llamo a Leslie.

-A mí no me amenaces Gustavo -lo señalé.

-¿Por qué no han salido de la habitación? -Leslie entró y todos me vieron con una sonrisa.

-Rafael no se quiere sentar en la silla de ruedas -todos me señalaron. Leslie me vio y se cruzó de brazos.

-Rafael o sales en silla de ruedas o no sales -rodeé mis ojos-. Rafael, no es broma.

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