Parte 65 LOS VÍNCULOS DE SIMEÓN CON LA TIRANÍA

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LXV

LOS VÍNCULOS DE SIMEÓN CON LA TIRANÍA

Teódulo Sebastián estaba al tanto de los vínculos que mantuvo su padre Simeón con la dictadura dominante desde 1930 a 1961 y conocía muy bien las atrocidades cometidas por su progenitor, como fiel servidor del tirano, las cuales, van desde el manejo de propiedades del dictador, pasando por decapitaciones y desapariciones que ejecutaron sobre familias enteras, hasta el reclutamiento de las más encantadoras menores para ser usadas por al sátrapa en su esencia virginal, malogrando con sus deseos carnales impuros, la inocencia de las niñas todavía en la edad donde se apreciaban sus más fieras bellezas femeninas, apenas en la edad de la primera adolescencia.

Todos esos hechos culminaban con los más execrables crímenes políticos y la pedofilia más rampante e ignominiosa de quien, revestido con la autoridad tiránica y absoluta, garantizaba la impunidad no solo para los ejecutores de los más viles asesinatos, sino por el robo y la violación a menores que es la más despreciable bajeza, con la cual llevaba a familias enteras la más espantosa desgracia humana.

En los tiempos del dictador Trujillo, habían tenido la palabra, el dominio y el control, las persecuciones políticas de sus adversarios y opositores; predominaban las matanzas de líderes políticos, sociales y caudillos, quienes no comulgaban con sus planes, sus pensamientos, sus acciones y su estilo. En esos tiempos igual predominaba la desaparición forzosa a líderes de opinión contrarios o desafectos al régimen, periodistas, poetas, y, enemigos, aun cuando hayan sido sus aliados tradicionales en el pasado reciente, eran frecuentes las aniquilaciones en este régimen de oprobios. Los crímenes políticos de familias enteras, incluidos mujeres y niños. En la dictadura a la cual sirviera el padre del señor Teódulo Sebastián Dival y de donde extrajera sus bienes, tenía la palabra el cañón del fusil, el cual se oía por doquier con estrepitosas descargas sobre los culpables de tener ideas propias o ser desafectos al tirano; dominaba el caliesaje, la simulación de accidentes de los contrarios al régimen, el exterminio.

En la era del tirano las adulaciones desenfrenadas y desproporcionadas al "todopoderoso", controlaban la palabra, la omnipresencia de este, el culto a su personalidad, la ignominia, las farsas electorales matizadas por un partido único y caracterizadas por la presencia militar obligada y el voto desesperado, el oprobio, el descaro y el reclutamiento de niñas cuyas bellezas eran afines con los deseos enfermizos del benefactor, aunque estas estuvieran en la edad de la menor adolescencia o la pubertad; en fin, todos esos hechos tenían el dominio y control de la palabra en los tiempos del gobernante Rafael Trujillo. Simeón Sebastián era parte de sus ejecutores. Teódulo Sebastián Dival, si bien no había cometido hechos similares, y por el contrario, se había colocado del lado diametralmente opuesto a estos, luchando en las causas de una mejor sociedad, parece haberle aflorado en una época, las características criminales de la sangre al circular por sus venas, sacando los genes del padre Simeón, asesino despiadado del régimen de su amigo el tirano.

En los tiempos de la revolución, habían tenido la palabra, las luchas emancipadoras, los anhelos por la libertad, independencia y justicia; la sublime aspiración de la emancipación de un Estado Social y Democrático de Derecho; las ideas avanzadas que se inclinaba hacia la creación en el país de un socialismo democrático, a veces con influencia de la izquierda, cuya aspiración era la creación de una nueva Cuba en Santo Domingo, albergada por esa izquierda, de cuando en cuando moderada, a veces tornada radical y absoluta, que llevaba a ciertos actores al más profundo radicalismo, pero ideas dignas aún en ese caso, provocadoras del mayor de los temores a los gobiernos del imperio del Norte, tenían la palabra en la época de la revolución, donde la palabra libertad se profesaba en toda su extensión entre los nacionalistas, quienes exigían en todos los fueros su aplicación absoluta. Teódulo Sebastián Dival pregonaba haber participado en los hechos de la revolución del mes de abril en el año 1965; se ufanaba en decir haber estado en las trincheras, fusil en manos, disparando. Esas ideas fueron durante mucho tiempo la parte esencial de su existencia, la savia para alimentar la rama de un árbol, la sangre para purificar su alma. Ser un representante de esas ideas emancipadoras en su máxima expresión, aunque después las renegara.

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