XI

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Mirna Sebastián descubrió el disgusto provocado por ella a su progenitor Teódulo Sebastián. Conociéndolo bien entendía la amargura que se anidaba en su alma y adivinaba desde el primer momento sus pensamientos impuros. Se decía para sí con impotencia "¡Qué horriblemente injusto es mi padre! No ver todo lo hermoso reflejado en el interior del alma clara de este joven, y buscar en él, solo cosas horribles; no saber apreciar la belleza, esa belleza interna con la que se puede superar la mejor dotada apariencia física por sí sola manifiesta en el apuesto joven, y quien se coloca por encima de los prejuicios sociales".

Una lágrima rodaba toda su mejilla hasta caer sobre su pecho. Ella apreciaba los hermosos destellos emanados del interior del desconocido joven. Todos esos encantos que, con olor y color a miel, parecían brotar del joven Ricardo Flete, como desde las trémulas ramas brotan los capullos de las flores con las cuales las abejas trabajan su panal. Imaginaba el color diferente en su piel mitificado como la blancura apreciada en el interior de su alma.

En el césped del parque central, envuelta en esa maravillosa viscosidad, enternecida en su pensamiento infantil, escuchaba un sordo murmullo musitado por las abejas al internarse entre las flores dando vueltas sin parar en derredor de las lilas. Una mirada llameante en belleza se cruzaba fijamente entre ambos; una mirada graciosa y bellísima, mediante la cual se reflejaba la expectación producida a los seres cuando sin saberlo se adoraban. El mundo parecía detenerse allí; girar solamente en torno suyo, y, sin parar de mirarse, se extasiaron en un sueño del que jamás querrían despertar.

"¡Es un Adonis!", se decía Mirna, "rompe los parámetros de la belleza, hecho en marfil para el amor, hecha en rosas para la expresión espontánea, hecha de armonía para la adoración!" "Es quizás, el prototipo cuya belleza interior que hace imposible detenerse en las riveras del ambiente cercano; es la interioridad superior que jamás puede parar donde inicia la inteligencia; es poseedor de la belleza, esa verdadera belleza con mérito para armonizar lo inteligible y lo humano, lo maravilloso y lo mágico, lo espiritual y lo real, lo natural y lo delicioso. Su mirada encierra la grandeza y la humildad al mismo tiempo. Es una criatura hermosa, y debe permanecer todo el tiempo para mirarla, como deben permanecer las flores en el invierno".

Él por su parte, murmuraba en sus adentro:

"¡Qué divina criatura hecha para el amor, no me queda otra cosa que adorarla! Adorarla desde lejos, pero adorarla al fin. Contemplarla siempre será la misión inspiradora en todo mi ser, la cual me propongo, aunque para ello deba no borrar esa imagen de inocencia a mi brindada con la dulzura y claridad vista en su mirada. Viviré imperturbable para no ver sino su belleza. Estaré desde ahora y por siempre, indiferente a las iniquidades humanas y me concentraré en el solo recuerdo de su rostro del que no pretendo olvidar un solo rastro. Su inexplicable candidez la llevaré fijada en mi memoria y reservaré una parte en mi cerebro únicamente para ella, quien, se ve misteriosa, maravillosa, intocable, inalcanzable, virginal, etérea".

"Parece el lienzo de un retrato pintado donde nadie puede tocarlo. Copa toda mi alma y sin embargo no se su nombre. Llena todo mi espíritu, y, sin embargo no puedo más que mirarla. Inunda con su ser penetrante y fuerte todo cuanto soy, y, a pesar de ello quiero verla eternamente. Me mira con esos ojos llameantes y no alcanzo retener la abundancia que hay en mi alma, la que se colma toda con su ser, con su suficiencia". '¿Cuál será su nombre?' Se preguntaba incesantemente.

Entre el cántico de los pájaros al caer la noche cuando invaden con su silbido el parque central, escuchó al acompañante de ella, a quien presume su padre, llamarla "Sirena". Fue una ilusión. "¿Será ese su nombre?" Quiere llamarla su Sirena, soñar con ella eternamente; pero, "¿Sirena qué?" '¿Cuál es su apellido?' '¿Su segundo nombre, de donde viene? ¿Por qué anda con ese señor? ¿Será su padre?'"

Bodas de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora