take a breath || Aidan Gallagher

🐝 Clifford 🐝

Al cabo de unas cuatro clases, Clifford ya había agarrado confianza, la suficiente como para bromear y abrirse un poco más a mí. Ya le había presentado a algunos amigos, sin embargo, me quedé con ella.

— ¡¿Puedes creerlo?! — murmuró emocionada.

Teníamos clase libre, parece que el profesor de música tuvo un contratiempo.

— ¿Qué? — pregunté confundido, sabría de lo que habla si no cambiara de tema tan drásticamente.

— ¡Fui aceptada en una academia de talentos!, puedo tomar teatro y canto — sonreí.

— Cool, ¿cuál es? — me asomé a su teléfono.

La ATEC (Academia de Talentos Excepcionales de California), la miré.

Es de las mejores escuelas de teatro, de ahí han salido los más grandes.

— ¡Qué buena debes ser!, no cualquiera logra entrar — asintió emocionada.

— Estaba asustada de no poder entrar, pero seguro sólo fue suerte, no soy tan especial — negué.

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— ¿La ATEC?, hermano, esa escuela es cazatalentos, de ahí salió Evan Peters, Ryan Reynolds, ¿te das cuenta?, ¡quiero conocerla! — volvió a interrumpir Mace, emocionado.

— Es maravillosa, te lo juro — suspiré,— pero ya deja de interrumpir.
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— No te he escuchado cantar, tampoco te he visto actuar, pero créeme, no fue suerte, tienes que ser verdaderamente talentosa — se sonrojó.

— Después tendremos tiempo para comprobar lo que dices — contestó con una pequeña sonrisa.

— Eso espero — tomé una botella de agua. — ¿quieres? — negó.

— Gracias... ¿me hablas más de ti? — preguntó tímida.

¿Quiere saber sobre de mí?

— ¿Qué quieres saber? — se encogió de hombros.

— Lo que tú quieras, sé que hay entrevistas y todo eso, pero quiero conocerte a ti, no al actor Aidan Gallagher, sino que, al chico ordinario que hay detrás de ese título — se recargó en su mano, dándome toda su atención.

Tal vez podamos llegar a ser buenos amigos, igual no la conozco mucho.

— Estoy en organizaciones ambientalistas, siempre trato de cuidar no contaminar mucho, cada vez le tomo más amor a esto — relamí mis labios. — Soy vegano.

— Yo soy vegetariana, no puedo dejar del todo la carne, no por que no quiera, he tenido problemas de salud que me impide dejarla, he ido a nutriólogos y bueno, no hay mucho que hacer, pero trato de no consumirla tanto, igual me gustaría no comerla — asentí interesado.

— Está bien que procures no hacerlo, aunque tengas problemas de salud, ¿qué tienes?, si quieres contarme. — Suspiró algo nerviosa.

— Es algo largo de contar — murmuró con la vista fija al suelo.

— Tenemos toda una hora, sería suficiente... pero si no quieres hacerlo no, no hay ningún problema — dije al ver su cambio de humor.

— No, no... está bien, es parte de superarlo — pasó una mano por su cara. — Verás, tuve problemas con un trastorno alimenticio.

Oh.

— No voy a entrar en detalles, pero estoy combatiendo la anemia, me enteré antes de que fuera mucho peor, ya que la leucemia es algo más grave. Mis niveles de hemoglobina es más baja, por el trastorno que fui desarrollando perdí masa muscular, entonces necesito hierro hemo, es decir, comer carne, mariscos... — negó con rapidez, — no sabes cuánto odio los mariscos, no me gustan y el asco que me da tener que consumirlos — fruncí el ceño, se veía totalmente dolida. — Eso también afecta mi desarrollo, quiero decir... mi cuerpo no se va a desarrollar tan bien como el de otras niñas— finalmente me miró.

— Perdón por preguntar, no quería que te pusieras así — negó.

— No pasa nada, tranquilo — me dió una sonrisa pequeña.

— ¿Cómo lo llevas? — se encogió de hombros.

— Voy progresando poco a poco, gracias por preguntar — volvió a cambiar su ánimo, otra vez alegre.

— No es nada, realmente espero que puedas mejorar pronto — sacó una paleta de su mochila.

— Gracias Aidan, entonces... ¿alguna duda más? — me dió una.

— No, pero si llegas a necesitar apoyo... puedes decirme y veré la manera en la que te pueda ayudar.

Me miró aún con una sonrisita, sin mostrar los dientes.

— Eso es muy dulce de tu parte, gracias — y volvió a cambiar de tema.

La estuve escuchando todo el día, hasta que salimos de clase.

Se despidió de mí con un beso en la mejilla, como suelen hacerlo la mayoría de niñas que conozco.

Miré como mi papá llegaba, aún sin sacarla de mi mente, me subí al auto.

— ¿Qué tal te fue hoy? — preguntó.

— Bien, entró una chica nueva — me miró por el retrovisor.

— ¿Cómo se llama? — mi sonrisa se borró.

No le pregunté si nombre.

— Olvidé preguntárselo, pero sé que se apellida Clifford, me tocó llevarla al salón por que llegué tarde — expliqué.

— Ya, ¿la integraste con tus amigos? — moví mi mano de lado a lado.

— Más o menos, es muy lista — saqué mi guitarra de la funda.

— Que siempre sea así hijo, rodéate de gente que te aporte bien — no dije nada, solo sonreí mientras comenzaba a tocar.

Sin duda, Clifford parece ser algo diferente a lo que he conocido, aún no lo sé del todo, pero algo muy dentro de mí sabe que sí.

Mi papá tiene razón, vale la pena seguir tratándola, puede salir una amistad muy buena.

Traté de concentrarme en lo que estaba tocando, una composición mía.

Sin embargo, aún me causa curiosidad saber qué tipo de trastorno tenía.

Al darme cuenta de que estaba tocando mal los acordes, paré.

Opté mejor por tocar Photograph, recordando un poco a Hannah, al menos quedamos en buenos términos.

Tal vez más tarde le envie un mensaje... aunque mejor no, tiene cosas que hacer y debo darle ya su espacio.

Mi teléfono vibró, metieron a Clifford al grupo de la escuela.

Qué bien, no tenía su número. No dudé en agendarla.

La curiosidad me ganó, me recargué en la guitarra y miré su foto de perfil.

Ella de espaldas, con vista al bosque.

Bloqueé mi teléfono y seguí tocando, fue un día muy interesante en la escuela.

•
— Y después de eso boom, ¿te gustó? — preguntó Mace.

— Obviamente no, la acababa de conocer — encogió de hombros.

— Existe el amor a primera vista — reí.

— No fue "amor a primera vista" — hice comillas con los dedos, — no te he terminado de contar, ha pasado al menos un mes de eso — puso los ojos en blanco.

— Bueno, sigue.

— Bien.

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Gracias por leer 💖