🌙 A&J 🌙

5.6K 543 260
                                    

Rasqué mi brazo, mirando al techo.

— Cartas, ¿eh? — murmuró la doctora Kath con la caja en sus piernas.

— Sí, igual no las mandé, obvio — reí tontamente.

— ¿Puedo leer una? — preguntó, la miré de reojo.

— Claro, la que quieras — suspiré. — Hoy en la mañana escribí una.

Abrió una de un sobre azul, hice un puchero, la escribí hace dos días.

Ahora mismo estoy en terapia, preferí recurrir a ayuda profesional por mi cuenta.

— Te recomendaría seguir con las cartas — dijo la psicóloga jugando con su lapicero. — Escríbelas, tienes que sacarlo todo, solo no las envíes — asentí.

No es tan mala idea.

— Gracias — me sonrió amable.

— Piensa en lo que te dije, ¿está bien? — escribió en su libreta. — Déjame leer otra.

— En voz alta, por favor.— Suspiré exhausta de sentir un nudo en mi garganta.

— Bueno...

Me dió un mareo, es el cuarto desde que desperté.

Negué tratando de concentrarme.

“Han pasado 2 semanas, tiempo récord en dejarnos de hablar definitivamente, ya que siempre buscábamos la manera de tener contacto alguno...

Al menos yo la buscaba.

Estoy triste, en serio lo estoy, ya no hay días felices, solo observo como pasan las horas frente a mis ojos, perdiendo las esperanzas de lograr estar bien.

Entonces le doy un vistazo a mi vida; tengo un hermano genial, un estúpido cuando de verdad se lo propone... Dos mejores amigos que en serio me aman sin importar qué y estoy formando amistades demasiado sinceras. Tengo a Jaeden, un chico que está dispuesto a esperar por mí; pero él no miente... conocí a Finn Wolfhard por él, y Finn me presentó a Millie, ¿no es genial?

¡Se está convirtiendo en mi segunda mejor amiga!

Tengo un trabajo que amo, me va bien en la escuela, voy en una academia sumamente prestigiosa, mi esfuerzo está dando frutos.

Tengo muchísimas razones para ser feliz, ¿cierto?, sin embargo, no lo soy, por que a quien más he querido ya lo perdí.

Pensándolo bien, no lo hice por que...

Nunca te tuve.

Y...

Te echo de menos Aidan.

Echo de menos las conversaciones hasta tarde, cuando no podía soltar ninguna carcajada ya que todos dormían.

Cuando me recostaba en tu pecho y escuchaba los latidos de tu corazón, tu respiración... como una canción de cuna.

Las risas interminables en las clases, los besos que siempre me robaron el aliento, obligando a mi estúpido corazón enamorarme de ti aún más, tus abrazos tan cálidos que encendían en llamas mi alma, dejándome consumirme en el calor abrasador de tu amor, ver tus ojos llenos de vida, sentir tu mano junta con la mía, como si de un candado se tratase... encerrando mi ser solo para ti.

Te echo de menos cuando estoy contenta, por que no puedo compartirlo contigo, no puedo contártelo.

Te extraño tanto que duele.

take a breath || Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora