🐝 tell me 🐝

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Desperté confundido, por un momento, olvidé en dónde me encontraba.

Mordí mi labio inferior al darme cuenta de que ________ está hecha bolita junto a mí, con su cabeza en mí pecho y nuestras manos entrelazadas.

Tengo mi cara en su cabello, que debo admitir que huele muy bien.

Aún tratando de despertar completamente, recordé mi sueño.

Estábamos ella y yo en su jardín, mirando las estrellas, con su cabeza recargada en mi hombro y tomados de la mano.

— Nunca me dejes — susurró.

Volteé a verla, sus lindos ojos cafés me miraban cristalizados, llevé mi mano izquierda a su cara y acaricié su mejilla.

— Jamás — contesté antes de caer por la tentación.

Alcé su rostro, y me acerqué lentamente, cerró los ojos y me mató cuando lo hizo, como una niña pequeña, una bebé inocente.

Mi bebé.

Y lo hice. La besé, empezando por un roce para al final, unir nuestros labios en un lindo ritmo.

Nuestro ritmo.

Mierda, ¿de verdad soñé eso?

Solté sus manos y me tallé los ojos bostezando, ¿cuánto tiempo dormí?

Miré la hora, habían pasado apenas dos horas.

Son las ocho, _____ comenzó a moverse, abrió los ojos y lo primero que hizo fue sonreírme.

Dios mío, qué tierno se vio eso, me dieron ganas de besarla otra vez, o bueno, por primera vez por que lo otro fue un sueño.

— ¿Qué tal dormiste? — preguntó pasando una mano por su cara.

— Muy bien, eres como un osito — rió.

— Tu pecho es muy cómodo, tenía mucho frío pero eres térmico — sonreí.

Espero pasar más tiempo así con ella.

— ¿Cómo te sientes?, dime — se sentó normal.

— ¿La verdad? — asentí. — Muy bien, gracias a ti me siento mejor y gracias por estar aquí conmigo — negué.

— Ya te dije que no agradezcas, es un gusto estar contigo — sonrió.

— ¿Quieres algo caliente para tomar? — ofreció poniéndose de pie.

— Sí, por favor — la seguí a la cocina.

Sacó las cosas para hacer chocolate caliente, la miré con atención.

— Es leche de arroz — explicó sirviéndose.

— ¿Qué tal tu día hoy?, ya sabes, antes de que llegara — frunció los labios.

— Pues... estuve platicando con Mike, le pregunté cómo le fue en la gira, me habló de su novia... no, prometida — suspiró. — Es mi hermano y siempre lo voy a apoyar, pero me duele que ya no me preste atención, antes lo hacía, pero ahora es rara la vez en la que me habla para saber cómo estoy — metió las dos tazas al microondas.

— Hey, no te pongas triste — tomé su mano, sonrió de lado. — Está haciendo su vida, es normal que se aparte un rato de ustedes, pero no dejan de ser hermanos, ya verás que van a pasar más tiempo juntos.

— Es imposible estar triste a tu lado— murmuró.

— Siempre voy a hacer mi mejor esfuerzo para sacarte una sonrisa, para tenerte bien — contesté, a lo que ella se lanzó a mis brazos.

take a breath || Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora