take a breath || Aidan Gallagher

🐝 I love you 🐝 (1/3)

Soltó una risita, mi cuerpo volvió a temblar de la emoción.

O al menos así lo sentí.

— Sé que esto te parece extraño, pero...

— ¿En serio eres tú? — interrumpí incrédulo.

Volver a escuchar su voz es...

Extraño, no malo, pero...

Me hace sentir muchas cosas.

— Lo soy — respondió tranquila. — Si no quieres hablar conmigo está bien, en otro momento — murmuró aún manteniendo su calma.

— ¡No! — exclamé, carraspeé apenado. — No cuelgues.

Skye me señaló a un señor que vende algodones de azúcar, asentí entiendo.

Me sonrió antes de darme privacidad.

— Perdón por aceptar hablar contigo hasta ahora, necesitaba tiempo y si aún necesitas decir algo, es el momento — fruncí el ceño confundido.

¿Estoy soñando?

— ¿Qué? — fue todo lo que supe decir, ella suspiró. — N-no entiendo nada de lo que está pasando.

Silencio.

Puedo apostar a que apretó su coleta.

— Voy a ser directa, ¿está bien? — hizo una pausa. — Te extraño muchísimo, Aidan.

Sonreí mordiendo mi labio inferior, abracé al oso con cariño.

— ¿En serio me extrañas? — pregunté ilusionado.

Pero al parecer, ella lo notó.

Y al parecer, ella no quería eso.

— ¡Claro que sí! — dijo obvia. — ¿Cómo no extrañar a mi mejor amigo?, que conste que sigo esperando por tu regreso, no vayas a querer quedarte por ahí — rió, haciendo que mi sonrisa desapareciera totalmente de mi cara.

Mejor amigo.

Mejor amigo...

¡¿Mejor amigo?!, ¡no entiendo nada!

— Lo de las fotos... — cambié de tema, inseguro.

— ¿Ajá? — insistió.

Tragué con fuerza.

— Las fotos son viejas, sé que no ayuda en nada que yo estuviera vestido así ese día, pero... tienes que creerme, por favor — pedí en tono suplicante.

Apreté los ojos con miedo de escuchar su respuesta, no sabría qué...

— Te creo — interrumpió mis pensamientos.

— De verdad que — iba a explicar. — Espera, ¿dijiste que me crees?

— Eso mismo — suspiró. — Y quiero que sepas que eso ya quedó en el pasado, ya no te sientas mal por eso, yo lo entiendo, te creo y no, no estoy enojada.

Pasé una mano por mi frente.

— ¿Entonces por qué me dijiste mejor amigo? — balbuceé.

— Por que lo eres, independientemente de lo que pasó Aidan, sigo queriéndote como mi mejor amigo — explicó. — Y preferiría que siguieras siéndolo.

Mordí mi mejilla interna, no sé exactamente como sentirme.

Pero si es la única manera de estar con ella, aceptaré toda condición.

No estoy en lugar de reclamar algo.

— Está bien.

Ya tendré tiempo para enamorarla, si ya pude hacerlo una vez, estoy seguro de que puedo otra.